"El pintor sierense José Prado Norniella (Santa Eulalia de Colloto 1868-1936), llegó a ser retratista de la Familia Real española y está injustamente apartado", Así lo explicó ayer Francisco Bustamante, autor del libro "El olvido del retratista", dedicado al artista, que se presentó en el Club Prensa Asturiana.

Bustamante, que fue presentado por el también pintor Fernando Sopeña, lamentó que apenas existan referencias en internet a la obra de un artista que pasó todo tipo de penurias antes de ser retratista en la Corte. A Prado Norniella, que tuvo como primer gran encargo un lienzo que representa al rey Alfonso XIII cuando era niño, se le atribuye romance con la infanta Isabel, "La Chata", de quien se dice que estuvo en su estudio de Colloto.

El gran amor de su vida fue Manuela, la hija de los marqueses de Canillejas, con la que se casó cuando ya superaba los 60 años, debido a la fuerte oposición del padre de la novia a la relación de su hija con un artista, como explicó Bustamante. El trato con los Canillejas también fue lo que llevó a Prado a frecuentar a la Familia Real. Entre sus amigos estaban el escritor Ramón Pérez de Ayala y el arquitecto Luis Bellido, indicó el biógrafo. Prado Norniella comenzó cuidando el ganado familiar, pero sus ansias por pintar hicieron que comenzara a formarse, destacando de forma precoz. Siendo joven alcanzó un enorme prestigio como retratista. Pensionado por la Diputación Provincial de Oviedo, cursó estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid y en Roma.