Levantarse muy pronto para ir a trabajar y encontrarse con que el coche no arranca por la acción de los cacos. Eso fue lo que le pasó a al menos una veintena de vecinos de La Corredoria y otros tantos de Colloto en los últimos días a raíz de una oleada de robos perpetrados de madrugada por unos delincuentes en los garajes subterráneos de varios bloques de viviendas.

Aunque pueda parecer surrealista, los delincuentes accedieron por la noche a los aparcamientos y sin apenas dejar pistas lograron retirar las baterías para, supuestamente venderlas posteriormente en el mercado negro. "Fueron muy cuidadosos, pues no dejaron ni una marca", declara uno de los vecinos de La Corredoria afectados, que se percató de lo sucedido tras tratar de arrancar sin éxito el turismo estacionado en un garaje de Fuente La Braña.

El hombre pensaba que se trataba de un caso aislado, pero cuando fue a un taller de Siero a comprar una batería nueva los trabajadores le comunicaron que su caso era el sexto de esa naturaleza atendido ese día. Más tarde, se enteraría de que en total fueron una veintena los vecinos afectados por la acción de los cacos. "Actuaron tan sigilosamente que nadie se enteró hasta la hora de utilizar el coche", indica.

Algunos de los afectados decidieron acudir a la Policía para denunciar los hechos. Agentes de la policía científica se desplazaron hasta la zona para tomar pruebas, pero no hallaron ninguna huella ni prueba similar que pueda llevar a coger a los ladrones. "Está claro que saben muy bien lo que hacen y volverán a actuar, aunque sea en otras zonas", se resignan las víctimas.

Ruedas sustraídas

A los robos de baterías, la mayoría de los cuales se produjeron en la madrugada del jueves de la pasada semana, se suma a otros sucesos recientes en garajes como la sustracción de ruedas de algunos turismos. "Se llevan los neumáticos y dejan los coches forrados con material de construcción", explica uno de los afectados por este tipo de actividades delictivas.