"El empresario luanquín Jesús Teodoro Galé fue tal vez el primer asturiano en establecer relaciones comerciales con Japón". Lo hizo a principio del siglo XX, y de su singular viaje para la época al Extremo Oriente, que también incluyó India y China, trajo muchos objetos y un buen número de fotografías coloreadas del país del sol naciente, que están depositadas en el Museo de Asturias, en Gijón.

Éstas y otras curiosidades fueron ayer minuciosamente narradas por Yayoi Kawamura, profesora de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo, en el transcurso de la conferencia que tituló "Vientos de Japón que llegan a España". La charla la pronunció ayer en el Centro Asturiano, y estuvo enmarcado dentro de las jornadas culturales Ecos de Japón, que coordinó la conferenciante, para conmemorar los 150 años del inicio de las relaciones diplomáticas entre España y Japón.

La profesora Kawamura profundizó también sobre el interés que suscitó en Europa Japón, cuando hace ahora ciento cincuenta años se abrió al mundo levantando sus fronteras y estableciendo relaciones diplomáticas. "Entonces se suscitó una moda en España que pasó a denominarse japonismo, y que consistía en que personas adineradas adquirieran obras de arte de este país".

Una tendencia que, en cierta manera, marcó el primer embajador español en Japón, el madrileño Tiburcio Rodríguez que se enamoró del arte japonés.