El punto negro de la carretera nacional a su paso por Santa Marina de Piedramuelle se cobró ayer su tercera víctima en poco más de 20 meses. Ovidio Sánchez, vecino del barrio de Pumarín y de 41 años, perdió la vida a la altura del cruce con las carreteras de San Claudio y Priorio después de impactar con su moto, una Ducati 990, contra una furgoneta que en esos momentos atravesaba su carril para tomar la vía hacia San Claudio. Sus amigos le recuerdan como una persona con una eterna sonrisa.

La vida de Sánchez, que justo dentro de una semana cumplía su primer año de casado, se truncó en torno a la una y media de la tarde. El ovetense había aprovechado el día de sol para hacer unos kilómetros por una de sus carreteras favoritas. Todo discurría sin contratiempos hasta que llegó a la altura del desvío de San Claudio. Iba hacia Trubia cuando, de repente, se encontró con una furgoneta que circulaba en sentido opuesto, pero que en ese momento se disponía a girar a la izquierda para dirigirse a San Claudio.

Ovidio recibió un fuerte golpe en la cara y la parte superior del cuerpo y cayó de manera fulminante al suelo. Algunos vecinos que se encontraban de la zona trataron de reanimarle sin éxito tras percatarse de lo sucedido y poco después el personal sanitario de la UVI móvil desplazado hasta el lugar del accidente no pudo hacer otra cosa que certificar el deceso del motorista. El conductor de la furgoneta blanca, vecino de Trubia, no sufrió daños físicos, pero sí psicológicos. "Está totalmente destrozado", señaló la mujer del piloto, mientras este explicaba su versión de los hechos a la Guardia Civil.

Los propios agentes se encargaron de regular el tráfico hasta la llegada del vehículo funerario que asumió el traslado del cuerpo al instituto forense, donde el cuerpo permanecerá hasta el día de hoy para prácticarle las pruebas correspondientes de la autopsia antes de ser llevado a uno de los tanatorios de la ciudad.

La muerte de Sánchez supone un duro golpe para su familia. Sus padres, vecinos de Ciudad Naranco, no daban ayer crédito a lo sucedido, al igual que su mujer, natural de la localidad cabraliega de Sotres, con la que contrajo matrimonio en noviembre e 2017, y su hermano.

La muerte en accidente de Ovidio Sánchez no hace más que agrandar la leyenda negra de la carretera nacional 634 a su paso por Santa Marina Piedramuelle. En febrero de 2017, perdieron la vida en la misma zona, en un tramo de cincuenta metros y seis días de diferencia, A. M. M, de 50 años, y el joven Jhonny Geovanny Álvarez, de tan sólo 25 años. Unos sucesos dramáticos a los que hay que sumar numerosos percances como el atropello que dejó herido grave a un hombre de 68 años el 21 de octubre.