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Las reacciones a una desgracia en las carreteras del municipio

"Todas las semanas pasa algo", alertan en Piedramuelle tras otra muerte de un motorista

Los vecinos piden para la antigua entrada desde Grado badenes y controles de velocidad para evitar siniestros mortales como el del sábado

Los moteros Guillermo Braña, Diego Campelo y Ángel Sierra, ayer, en la zona. FERNANDO RODRÍGUEZ

Santa Marina de Piedramuelle no quiere más sangre en la carretera nacional. Los vecinos de la parroquia ovetense reclaman badenes y controles de velocidad para evitar más accidentes mortales como el del sábado, cuando perdió la vida el motorista ovetense Ovidio Sánchez, de 41 años, tras impactar frontalmente contra una furgoneta. La antigua entrada a Oviedo desde Grado se ha convertido en el principal punto negro del municipio. Lo saben bien los vecinos, acostumbrados a escuchar golpes, salidas de vía y frenazos. "Todas las semanas pasa algo", alertan. Y cada cierto tiempo, un mazazo. Como hace un par de días, como en febero de 2017 cuando, algo menos de dos kilóemtros antes, fallecieron dos motoristas en el intervalo de una semana.

Amador González vive en la casa más cercana a uno de los dos desvíos hacia San Claudio que se suceden en un par de cientos de metros, el segundo si uno circula desde Oviedo. Allí falleció Ovidio Sánchez, que circulaba en dirección a la capital asturiana y se estampó contra una furgoneta que pretendía tomar el desvío hacia San Claudio y se encontraba en plena maniobra. Amador González fue uno de los que intentó, sin éxito, reanimar a la víctima en los primeros instantes tras el accidente . Cree que el mayor peligro esa carretera es el tráfico que se genera por motivos de ocio los fines de semana. "Es una carretera que gusta para andar en moto y en bici y es fácil que pasen desgracias en los cruces", indica el vecino, convencido de que hacen falta medidas urgentes. "No soy experto, pero algo habrá que hacer", subraya.

El mismo cruce en el que perdió la vida Ovidio Sánchez, conocido como La Carretona, fue escenario de otros dos siniestros graves con motos de por medio en los últimos dos años. En 2016 otro turismo impactó contra la parte trasera de un motorista provocándole importantes daños. "Fue muy desagradable porque le asomaba el fémur", relatan los testigos, que también recuerdan el choque de una moto en la que viajaba una pareja contra el muro del cruce el año pasado.

A la siniestralidad de La Carretona hay que añadir otros episodios más a lo largo de los alrededor de tres kilómetros de travesía de la parroquia, como los dos motoristas de febrero de 2017. "Ha habido muertos, atropellos, choques entre coches y todo lo malo que puede pasar en una carretera", cuentan.

Pero los motoristas señalan a otros factores, como el mal estado de la vía. "Hay muchos baches y puntos de escasa visibilidad", indica el gijonés Ángel Sierra, que ayer hizo una visita a la zona en moto con sus amigos Guillermo Braña y Diego Campelo. La jefa provincial de Trafico, Raquel Casado, indicó que la carretera no puede ser considerada "punto negro" al no contar con graves deficiencias, pero se mostró dispuesta a buscar mejoras "entre todos".

La asociación de vecinos de la zona trasladó a los grupos municipales del Ayuntamiento de Oviedo una petición en busca de una solución defintiva a los problemas de seguridad de la carretera.

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