El abandono del Campo de San Francisco de Oviedo ya afecta hasta los árboles. Al mal estado del paseo de Los Álamos, la situación precaria del paseo de la música y los innumerables baches y deficiencias se suman ahora ataques a los principales tesoros del pulmón verde de la ciudad.

La aparición de una pintada en uno de los ejemplares más longevos del espacio indigna a paseantes habituales, quiénes piden mayor vigilancia y civismo por parte de los usuarios para frenar un progresivo deterioro del espacio.