Los asaltapisos georgianos que atemorizaron a Oviedo en el verano de 2017 enviaron 6.770 euros provenientes de los 43 asaltos a viviendas que se les imputan. Lo hicieron desde un locutorio del barrio de Pumarín, en doce operaciones diferentes. Así lo aseguró ayer el responsable de la investigación que llevó al banquillo a cuatro hombres del país caucásico acusados de allanar 43 viviendas de la ciudad entre el 11 de julio y el 25 de agosto de 2017. Para ellos, la Fiscalía solicita un total de 37 años de cárcel.

La segunda jornada del juicio celebrado en la Audiencia Provincial permitió conocer los testimonios de los policías encargados de la investigación que facilitó dar caza a tres de los cuatro acusados cuando se disponían a abandonar la ciudad a través de la estación de autobuses, el 25 de agosto del año pasado. Las declaraciones no dejaron evidencias de la existencia de vínculos entre el cuarto acusado, detenido meses después tras hallar su ADN en una de las casas asaltadas, y los tres procesados que reconocieron haber viajado juntos a la capital asturiana "para comprar un vehículo".

Los relatos de varios agentes echaron por tierra los argumentos de los tres acusados, que dicen haber estado en Oviedo menos de una semana sólo "para comprar el vehículo". Los policías sostienen que vigilaron a los tres hombres durante varios días entre julio y agosto. Aquellos seguimientos constataron que utilizaban técnicas de seguridad para evitar ser seguidos como "caminar con diez o veinte metros de distancia" y que solían salir de su habitación alquilada por las noches para actuar.

Durante la vista se desveló también la implicación de una mujer, la pareja de uno de los acusados, que también pasó cuatro días en la ciudad y ejecutó alguno de los envíos de dinero realizados desde el locutorio. Según señalaron los investigadores, la mujer pasó cuatro días junto a uno de los acusados en un hotel de la ciudad y aprovechó dicha visita para colaborar con el envío del dinero sustraído. En su informe, la Fiscalía indica la imposibilidad de localizar a un quinto implicado en la causa y aunque no lo especifica se trataría de dicha mujer.

El testimonio de los agentes apuntó también a una visita a una ferretería para interesarse por las técnicas para abrir cerraduras de determinadas marcas utilizadas por muchas constructoras de Oviedo. "El dependiente nos dijo que tenían un comportamiento sospechoso", indicó un policía, mientras otro señaló al testimonio de una víctima que identificó a los acusados como unas personas que rondaron los alrededores de su vivienda en los días previos al robo.