Aunque la empresa mantiene que los trabajadores de los autobuses urbanos han convocado la huelga con la única intención de que se retiren los etilómetros con los que vienen equipados los nuevos vehículos de la flota, que obligan a los conductores a superar tests de alcoholemia para arrancar el vehículo, la plantilla lo niega tajantemente. "Nosotros mismos ya planteamos antes de saber que se iban a implantar estos sistemas que se pusiese en marcha un protocolo enfocado al consumo cero porque el alcohol es totalmente incompatible con nuestra profesión, pero ni siquiera nos hicieron caso", señala el presidente del comité de empresa, Manuel Villaverde (USO). "No queremos que quiten los etilómetros, sólo que el sistema sea regulado y más fiable, pero quieren echarnos encima a la opinión pública", añade.

El sistema "alcolock" es el mayor escollo en las negociaciones para desconvocar la huelga, señalada para los días 4, 13, 18 y 27 de diciembre y del 2 al 4 de enero. Después de siete horas reunidas en el Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (Sasec), las partes se fueron el lunes a casa aún más enfrentadas. "Se cierran en banda. Nosotros sólo decimos que no hay base legal que justifique esos aparatos, que no tenemos las garantías para hacer una contraprueba en caso de positivo antes de que nos echen o que con estos aparatos no se cumple la exigida vigilancia de la salud laboral", señala Villaverde. Y se explica: "A ellos sólo les importa que la tasa de alcohol de un conductor esté por debajo de 0,15 miligramos de alcohol por litro de aire espirado -el máximo para un profesional- pero puede haber gente que con 0,08 esté más afectado. Además, si la tasa estuviese en 0,0 y se hiciese de una forma fiable, que es lo que pedimos, se podría detectar si existen personas que tienen problemas con la bebida y actuar al respecto", dice el representante de los trabajadores.

El comité de empresa de TUA, por lo tanto, ve "nula voluntad" por parte de la compañía para llegar a un acuerdo y evitar la huelga. "En esta reunión, la empresa ha demostrado que no tiene ninguna intención de buscar solución a las reclamaciones de los trabajadores, que pasan, entre otras cosas, por reducir la alta eventualidad y temporalidad, el descanso en jornada o las sustituciones por prejubilación", explica Villaverde. "Tampoco acceden a poner servicios en algunas cabeceras de línea, con lo que tenemos que andar meando por las esquinas o pidiendo entrar en casas de particulares para hacerlo".

Por otro lado, el presidente del comité de empresa quiere dejar claro que la plantilla se desvincula "enérgicamente" de los recientes ataques sufridos por algunos autobuses urbanos con el sistema "alcolock". Los trabajadores y la empresa tienen una reunión pendiente para mañana, aunque es probable es que no se celebre "porque no pueden asistir algunos delegados de prevención, que son los que saben del protocolo de alcohol que proponemos".