La primera exposición individual de Morgan Bancon (París, 1982) fue la que hizo hace unos años en la galería ovetense de Guillermina Caicoya. Ahora ha vuelto con cuadros nuevos en los que sigue investigando los mismos temas: luces, volúmenes y consistencias, composición y color. "Mi obra es realista, no sé trabajar con la imaginación", confiesa al hablar de las obras que desde ayer y hasta el 18 de enero muestra en Oviedo. Explica que son "como bodegones", que compone con papeles y telas a los que da forma y de los que le interesa una sombra o un matiz, y a los que confiere un aire "onírico".

La exposición recién inaugurada se titula "Azul", que es el nombre del cuadro que recibe a los visitantes. Forman parte de ella trece obras, de distintos formatos y en óleo y acrílico.

Bancon ha establecido su taller en Madrid, donde fue becario de la Casa Velázquez. Participó en una exposición colectiva en Barcelona y debutó en solitario en Oviedo, donde confía en repetir éxito. Admite que abrirse paso "es difícil en cualquier sitio" y que nunca ha conocido a un artista "que diga que lo ha tenido fácil".