"Se temía lo peor para el Oviedo y así fue. El Comité de Competición dictó sentencia por el escándalo del partido Oviedo-Calvo Sotelo, que fue suspendido en el minuto 46. A Galán, doble amonestación y multa; a Sicilia, un partido y multa y al club, por las almohadillas lanzadas al campo, cuatro mil pesetas de multa. En cuanto al arbitro, señor Muñoz, ha sufrido 'amonestación grave' por no cumplir sus deberes. El jugador del Calvo Sotelo, Rovira fue castigado a un partido. El escándalo en el Tartiere fue mayúsculo por las incomprensibles decisiones del arbitro. Lo único bueno fue un gran gol de Uría que le dio el triunfo al equipo azul".