"La palabra es un arma de rebelión muy interesante y potente, por eso me gusta usar la escritura como cauce de denuncia". Así lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA la joven escritora María Abella, ganadora del I Certamen joven de relatos cortos "Tigre Juan", que intervino en el Club junto a Raquel Blanco, otra joven autora que mereció el accésit, y algunos de los finalistas.

Tanto María Abella como Raquel Blanco se caracterizan por abordar temas duros y difíciles en sus textos, tal como recalcó Javier Gámez, directivo de Tribuna Ciudadana y coordinador del premio "Tigre Juan".

"Publicar es un proceso aterrador y a la vez fascinante", explicó Abella, a quien el editor Jorge Salvador, de Pez de Plata, aconsejó no tener prisa y despreocuparse del asunto. "Escribe, trabaja y lo demás llegará", señaló. "Creo que vivimos en una sociedad dormida en la que ya no nos impacta ni nos impresiona nada, y eso me entristece", añadió Raquel Blanco.

El premio "Tigre Juan" de relato corto recibió este año cuarenta trabajos. "Es una noticia feliz para todos que tenga tan buen momento la literatura joven asturiana", indicó Gámez.

Roberto Sánchez Ramos, concejal de Cultura y presidente de la Fundación Municipal de Cultura, defendió el apoyo al premio, "que pasó momentos difíciles por falta de entendimiento con la entidad que tenía que liderar el proyecto, que es el Ayuntamiento". En el acto también se presentó el libro recopilatorio "La sombra del tigre".