Revuelo ayer al mediodía frente a los Juzgados de Oviedo, en Llamaquique, y durante todo el día en las redes. Las cámaras de televisión entrevistaban en directo a María Josefa Fernández González, ovetense de 75 años, en la actualidad vecina de Valladolid, que aseguraba venir de ratificar una demanda presentada el pasado 10 de julio en la que alega ser la primogénita de la Duquesa de Alba.

La historia, un tanto rocambolesca, incluiría una supuesta estancia en Asturias de una joven Cayetana Fitz-James, con 17 años, ocultando un embarazo, y una llamada de teléfono que María Josefa Fernández recibió hace tres años en la que alguien (no quiso ofrecer detalles) le puso sobre la pista de su verdadera identidad.

La ovetense pudo comprobar desde entonces, según su testimonio y tras someterse a pruebas de ADN, que sus hermanas no eran tales. Ahora confía en que la justicia autorice otra prueba que confirme su filiación con la casa de Alba.

María Josefa Fernández no quiso ofrecer todos los detalles de su historia. La parte importante, explica, "cuesta dinero porque tengo que financiar todo esto". Ayer se presentó acompañada de un colaborador que en su tarjeta de visita figura como su "agente".

Lo que sí contó, al margen del juicio, es que se crió en Ciudad de Naranco, en la calle Torrecerredo y que tiene una extensa familia (hijos y nietos que guardan, insiste, un gran parecido con los descendientes de la duquesa de Alba). La Fiscalía no quiso ayer ni desmentir ni confirmar la supuesta demanda presentada en los Juzgados.