El presidente de la asociación de vecinos Oviedo Redondo considera que la presión policial no es la mejor arma contra los grafitis que copan las calles del casco viejo de Oviedo. "La Policía es necesaria en todas las partes de la ciudad y más en una zona en la que hay mucha concentración de gente, pero para el tema de las pintadas no pensamos que sea realmente efectivo llenar las calles de agentes. Lo que creemos es que hay que endurecer las sanciones contra los autores y poner multas que sean ejemplarizantes, para que cuando vayan a estropear una pared se lo piensen dos veces", dice Manuel Velasco Almeida. Las sanciones por realizar pintadas y grafitis se recogen en la ordenanza de Convivencia Ciudadana de Oviedo y se dividen en leves (750 euros), graves (1.500) y muy graves (3.000).

El representante vecinal sostiene además que muchos de los responsables de las pintadas utilizan "firmas" distintivas que pueden llevar a su localización sin necesidad de que una patrulla los pille en el momento. "No hay que ser un experto en grafología para darse cuenta de eso. No sólo pasa en el Antiguo, si uno se da una vuelta por otros barrios de la ciudad se puede dar cuenta de que al final son cuatro o cinco los que tienen todo Oviedo lleno de garabatos", señala Manuel Velasco Almeida.