El párroco de San Juan, Javier Suárez, inauguró ayer el tradicional belén de la basílica, colocado en la capilla de San Antonio, a la derecha del altar mayor. Es un conjunto de grandes dimensiones (6,30 metros de largo y 3,60 metros de profundidad) construido por un equipo de tres personas capitaneado por el artesano Luis Botella. A simple vista parece estático, pero los martes y los jueves cobrará vida a las 18.30 horas gracias a un sistema electrónico que lo convierte en un belén mecanizado. El resto de días podrá visitarse normalmente.

"Es un espectáculo narrativo de media hora en el que muchas escenas del conjunto tendrán movimiento. Merece la pena", explicó ayer el párroco hacia las cinco de la tarde, justo cuando el belén se exponía al público. Una hora después, más de 400 personas habían entrado en la iglesia para admirar el nacimiento.

Algunas de las escenas bíblicas mecanizadas son la Anunciación, la Adoración de los Reyes Magos, María y José en busca de una posada, la huida a Egipto o el bautismo de Jesús. Todas hechas a base de cartón, poliestireno, ramas de árbol o espuma, y animadas con figuras representativas de la Navidad.