Una ovetense de 65 años denuncia haber sufrido "acoso e intimidación" por parte de la Policía Local cuando volvía a su casa después de dar de comer a los gatos callejeros de la zona del Monticu, en el límite de San Lázaro con La Bolgachina. Su hija Sandra Suárez (presidenta de la Plataforma Ciudadana Pro Animales de Oviedo) ha remitido una queja al concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, y a la Comisión Especial de Sugerencias y Reclamaciones a través del registro municipal. Es una pormenorizada denuncia en la que relata unos hechos diametralmente opuestos al parte policial. De hecho, los agentes también acusan a la mujer de alimentar a los jabalíes que acceden a la ciudad desde el monte poniendo en peligro la salud pública y su propia integridad porque un ejemplar se abalanzó sobre ellos.

Suárez asegura que dos agentes le dieron el alto a su madre hacia las diez y media de la noche del lunes desde lo alto de una barandilla. Le pidieron que se identificara y le acusaron de alimentar tanto a gatos como a jabalíes, "que está prohibidísimo". Ella aclaró que sólo había dejado alimento a la colonia de gatos que vive en el entorno y que, además, la normativa municipal le permite hacerlo. En ese momento, una cría de jabalí que estaba en una finca cercana con otro ejemplar de tamaño mediano, salió a la calle en la que estaba la mujer. Uno de los policías dijo entonces que estaba claro que el animal "la conocía" , y, -siempre según la versión de la demandante- disparó dos veces al aire mientras gritaba: "Esto lo arreglo yo a tiros".

El jabalí más grande salió de estampida a la carretera y la mujer dio media vuelta para regresar a su casa. Entonces y según el relato de su hija, los dos agentes que participaron en la operación la persiguieron en el coche patrulla. "Bajaron Armando Collar en dirección contraria para cerrarle el paso en la carretera de subida a Hevia Bolaños. El que sacó la pistola conducía y el otro intentó cogerla por el brazo para meterla en el coche. Querían esposarla y llevarla a comisaría". Finalmente, y tras cortarle el paso de nuevo a la altura de la calle Gil Blas, la acompañaron hasta su casa para que se identificara porque se había dejado el DNI en el domicilio.

La presidenta de la Plataforma Ciudadana Pro Animales de Oviedo considera que su madre fue "acosada e intimidada sin causa y sin haber cometido ningún delito o falta que justificara la amenaza de denuncia ni la persecución hasta su domicilio".

La versión de la Policía

La versión de la Policía Local difiere de la de la mujer en casi todo. Al parecer, los dos agentes habían acudido a la zona alertados por un vecino que había visto a alguien depositar ollas con comida cerca de los jabalíes. (La demandante lo niega y matiza que llevaba bolsas con pienso para gatos). Además, aseguran que el jabalí de mayor tamaño se abalanzó contra ellos, tuvieron que dispararle en el cuerpo y el animal, malherido, se alejó en dirección al Parque de Invierno. Sin embargo, la hija de la demandante pone en tela de juicio especialmente este punto: "Si la policía afirma que le dio a un jabalí, ¿cómo es que no hay sangre?

El concejal de Seguridad Ciudadana ha confirmado a este periódico la existencia del expediente policial sobre lo sucedido el lunes pasado y las quejas enviadas por registro de la hija de la mujer aludida. Con las dos versiones en la mesa, Ricardo Fernández, aún no sabe si la Policía Local abrirá un expediente sancionador a la vecina de San Lázaro. La actuación policial está en marcha y la decisión final depende de un instructor.

La normativa municipal permite en la actualidad dar de comer a los gatos en la calle siempre que se usan alimentos específicos y no se ensucia la vía pública.