Un video casero grabado con el móvil muestra a dos personas dando pienso a cuatro jabalíes cerca de la calle Salvador de Madariaga, en una zona en construcción del barrio de San Lázaro. Son madre e hija, las mismas que recientemente denunciaron que la Policía Local había acosado e intimidado a la primera de ellas por alimentar a gatos callejeros. La hija -la presidenta de la Plataforma Ciudadana Pro Animales de Oviedo, Sandra Suárez- reconoce que son ellas, aunque matiza los hechos. "No les estamos alimentando. En ese momento estamos lidiando con ellos para que nos dejen salir de allí. Se puede decir que actuamos en defensa".

Según ha podido averiguar LA NUEVA ESPAÑA, el vídeo aún no ha llegado directamente a manos de la Policía Local, que mantiene abierto un procedimiento de investigación para esclarecer si el lunes pasado la madre de Sandra Suárez, de 65 años, estaba alimentando jabalíes en la zona de Monticu, en el límite de San Lázaro con La Bolgachina, hacia las diez y media de la noche. Ella mantiene que volvía de dar de comer a una colonia de gatos cuando dos agentes de la Policía Local que patrullaban por allí le dieron el alto sin razón aparente y la acosaron e intimidaron hasta que fue a su casa para identificarse porque se había olvidado el DNI.

Sobre el vídeo conseguido por este periódico en el que se le ve arrojando pienso en el suelo frente a cuatro jabalíes, su hija dice que no es una práctica habitual: "Nos ha ocurrido alguna vez cuando regresamos de alimentar gatos y hace ya tiempo. No es frecuente ni mucho menos, pero cuando pasa no nos queda más remedio que hacerlo. Hay gatos que viven en esas fincas". El terreno forma parte de una zona a medio urbanizar y donde se están construyendo pisos que además suele estar vallada. Madre e hija deben apartar las barreras si quieren pasar. "Hay muchos jabalíes por allí. No acuden porque nosotras alimentemos gatos. Es falso pensar que esos animales acudan con más frecuencia porque les tiramos pienso cuando nos los encontramos. Es más, una vez nos cruzamos con un cervatillo en otro lugar", explica la portavoz de la Plataforma Ciudadana Pro Animales de Oviedo.

En caso de que la Policía Local abriese un expediente sancionador, las mujeres podrían enfrentarse al pago de una multa de entre 10 y 300 euros tal y como recoge la Ordenanza de Convivencia Ciudadana.