Hay un lugar en Asturias donde la magia y la naturaleza conviven perfectamente, este lugar está lleno de ríos de aguas cristalinas con pequeñas cascadas, bosques de enorme belleza así como pequeñas aldeas de una belleza sin igual, que nos transportan a épocas pretéritas, donde la prisa no existía y siempre tienes alguien con quien hablar, donde los detalles son más importantes que el todo, conformando un entorno de paz y sosiego inigualable.
La ruta de los Bosques discurre por el territorio de Villanueva de Oscos. El recorrido comienza junto al Ayuntamiento. A los pocos metros de cogerla se encuentra el panel de inicio. Se sigue la ruta por una pista de hormigón a la derecha que asciende ligeramente introduciéndose en un profundo castañedo, es en este momento cuando el camino discurre por un túnel de vegetación donde la luz encuentra dificultades para llegar a la alfombra de hierba que cubre totalmente el piso, se debe seguir siempre por este camino hasta su finalización.
Al llegar a al final de ese camino se debe girar a la derecha continuando por la senda, que discurre por encima de la carretera acompañados por la vegetación. Poco después se ven uno de los pocos pinos que existen en todo el recorrido, llegando al cabo de un corto rato a la carretera, donde se gira a la izquierda para bajar por ella. Merece la pena acercarse a las Casas del Río para contemplar la arquitectura típica de la zona con sus tejados de pizarra y las paredes de piedra que se integran totalmente en el paisaje. Poco después se llega a la carretera general donde se gira a la derecha para cruzar el río Ouroso por el puente de Castañeira, donde existe una pequeña área recreativa y se conserva aún una hermosa capilla de estilo barroco popular y construida entre los siglos XVII y XVIII que merece ser visitada.
Nada más pasar el río nos sale a la derecha una pista, por la que seguimos iniciando un fuerte ascenso a través de un espléndido bosque de abedules, castaños y pequeños. Según vamos caminando podemos contemplar a la derecha, y ya por debajo nuestro, el hermoso conjunto arquitectónico que conforman las Casas del Río, por donde hemos pasado anteriormente. El paisaje cambia según vamos subiendo , el terreno se vuelve abrupto y accidentado. Es todo un espectáculo, donde los arbustos y tojos se entrecortan, mostrando acumulaciones de piedras repartidas por sus lomas.
Pocos después podemos contemplar a la izquierda y entre los claros que deja la vegetación al caserío de Abilleira donde existe un gran prado, saliendo poco después a un brezal que nos acompañara en parte de este recorrido, llegando junto a un crestón rocoso.
Aquí sale un camino a la izquierda por el que debemos continuar iniciando un fuerte descenso bordeando un enorme crestón rocoso la Pena Abilleira hasta encontrar la carretera en el lugar conocido como A Ferrería, topónimo que alude sin duda a una de las muchas ferrerías que tuvieron actividad en estas tierras a lo largo de los siglos XVIII y XIX.
Si continuamos unos metros hacia arriba nos encontramos con un cruce, que seguiremos hacia la derecha llevándonos a unas rocas que asemejan formas humanas después de una fuerte y corta subida; es la extraña "Piedra del Tesoro". Se trata de una enorme roca, cuya superficie plana alberga un hueco tallado con forma humana y donde la gente acostumbra a recostarse para recibir la ensoñación sobre la ubicación de un tesoro, enterrado en algún lugar de las proximidades. y que, según la leyenda, permite a quien se recueste sobre ella "panza arriba" divisar el lugar donde está escondido un valioso tesoro.
Esta roca es similar a las que podemos encontrar junto a las ermitas románicas de Palencia. Una vez vista la roca se vuelve por el mismo camino hasta el cruce anterior junto al farallón rocoso.
En la carretera se gira a la derecha continuando por ella y nada más cruzar el puente sobre el río Villanueva, la abandonamos por el camino de la izquierda que inicia el ascenso hacia el pueblo de Pacios a través de un frondoso bosque de castaños. Poco después vamos un trecho pegados al río, para iniciar un fuerte ascenso que finaliza en una pista, punto de unión con la ruta que dejamos anteriormente. Aquí se gira a la izquierda por la pista hormigonada que discurre entre prados cercados con paredes de piedra, llevándonos a la entrada del pueblo de Pacios.
Nos encontramos con una encrucijada de caminos debiendo seguir recto, dirigiéndonos hacia la casa que tenemos enfrente, la cual se bordea dejándola a la izquierda para introducirnos en un bello robledal donde el camino se encuentra totalmente alfombrado por musgos y donde en los claros del bosque nos permite ver por donde discurre la ruta, en la otra ladera.
Llega un momento en que nos encontramos con un camino a la izquierda que desciende pegado a un arroyo. La ruta discurre por un paisaje de ensueño, a través de una frondosa vegetación donde el verdor de los helechos y los musgos que cubren el camino y los troncos de los robles centenarios, configuran un entorno en el que el tiempo parece no transcurrir.
Este camino desemboca en la carretera, donde se debe girar a la derecha y continuar por ella. Al poco trecho nos encontramos con un panel que nos indica la ruta las Zarras por donde también nos podemos dirigir a Villanueva de Oscos incrementando el tiempo en aproximadamente 45 minutos. Después del cruce damos vista al conjunto etnográfico del pan que incluye un viejo molino un hórreo, una era y un horno donde se recrea la actividad tradicional de la zona: el proceso completo de elaboración del pan.
Después de la visita se debe seguir cogiendo la carretera hacia la derecha y continuando por ella un corto trecho, hasta que nos encontramos con un sendero que sale a la izquierda , por el que continuaremos internándonos en una pequeña zona arbolada desde donde tenemos una bonita vista de Santa Eufemia y del Museo del Pan. Continuando por el camino se llega al punto 2 donde se une con el ramal de inicio de la ruta, y desde aquí no queda más que continuar por el camino que se hizo al principio hasta Villanueva de Oscos.
