Los vecinos de Cerdeño y Ventanielles están que echan humo desde que se enteraron de que Cáritas Diocesanas va a abrir uno de sus Centros de Encuentro y Acogida (CEA) para toxicómanos no rehabilitados en una casa que la Iglesia adquirió hace un mes en la Carretera de Abuli número 16. El centro se encuentra actualmente en La Tenderina, pero la vivienda que lo acoge "va a ser derribada tras una expropiación municipal" y Cáritas ha decidido trasladarse para seguir con esa labor social. "Llevaban veinte años en La Tenderina y no hay más que hablar con los vecinos de allí para darse cuenta de los problemas que se generan. Hay jeringuillas por el suelo, peleas, robos... Tienen amedrentado al barrio", explica uno de los denunciantes.

Ese tipo de centros están pensados para dar asistencia a toxicómanos las 24 horas del día y los 365 días del año. "Pueden entrar y salir sin ningún control y quieren instalarlo en una zona en la que hay muchos niños. Está al lado del campo del Grisú, por ejemplo. Nosotros entendemos que son personas enfermas y que necesitan atención, pero no al lado de las familias", señalan las mismas fuentes.

Y es que los vecinos aseguran que Cáritas actuó "con total oscurantismo" a la hora de plantear el proyecto. "Nos llegaron a decir que iba a utilizarse la casa como residencia para sacerdotes", dicen los vecinos, que han convocado una asamblea para el lunes a la que han invitado a los representantes de Cáritas, a los diferentes grupos políticos del Ayuntamiento y a colectivos de la zona. "Lo que queremos es buscar una solución de consenso. No queremos dejar a los toxicómanos tirados en la calle, pero seguro que hablando logramos encontrar una mejor ubicación. Haremos lo que sea para que no esté aquí". La reunión está fijada para las seis y media en el centro social de Ventanielles.