Noé González, de 13 años, sonríe en cuanto se pone de pie y camina con la ayuda del nuevo equipo tecnológico que acaba de adquirir por más de 40.000 euros el colegio de educación especial "Ángel de la Guarda", en Latores. El chico tiene parálisis cerebral y es uno de los 75 alumnos del centro dependiente y gestionado por la Asociación de Ayuda a las Personas con Parálisis Cerebral (Aspace). Los chavales están usando la única máquina de estas características en Asturias y que a su vez es una de las escasas cuatro o cinco que hay en España. Sus beneficios físicos son muchos (ayuda a levantarse, caminar y moverse a las personas con trastornos psicomotores), pero también fomenta la autoestima y estimula al alumnado.

Noé fue uno de los primeros que ayer probó el equipo. Su parálisis cerebral le impide comunicarse verbalmente de manera fluida con los especialistas del "Ángel de la Guarda", que utilizan un sistema alternativo para saber qué piensa o qué quiere aunque a veces no haga falta. Eso pasó ayer. Al chico se le iluminó la cara en cuanto estuvo asegurado en el dispositivo "Innowalk Pro". Según el presidente de Aspace Asturias, Rafael Pedregal, gracias a la máquina, los chavales experimentan movimientos asistidos en una posición vertical, mejorando su tono físico general; el tono muscular, el sistema circulatorio y respiratorio e incluso la digestión.