El 95% del trabajo que realizan los drones de Azisa es fuera de Asturias, y están empezando a trabajar en proyectos internacionales. Sus drones han explorado equipamientos de Repsol o de la central de Vandellós, donde han adquirido varios de sus vehículos. Sorprende que Raúl Álvarez y Armando Gallardo no son ingenieros. "Venimos de la rama técnica, pero rompemos una lanza por la no titulitis, hoy en día no se trata de eso". Ellos colaboran con ingenieros, pero insisten en que la clave, en su modelo, fue localizar un nicho de mercado por el que nadie había apostado antes en España, una industria compleja como el sector petrolífero, y lanzarse. En breve se mudarán a una nave más grande en el parque de Gijón.