La ciudad vive desde primera hora de hoy su segunda jornada de huelga de los trabajadores de los autobuses del transporte urbano sin incidentes, pero con largos retrasos para los usuarios.

Los servicios mínimos establecidos por la compañía TUA funcionan con normalidad con 20 de los 59 autobuses de la compañía operativos, pero la reducción de frecuencias está afectando especialmente a los que ignoraban la existencia del conflicto laboral.

"Llevo más de media hora esperando y parece que tengo para largo", comentaba José Luis Arestín después de haber asistido a una cura en el HUCA y ver como la línea habitual con la que se desplaza hasta San Lázaro veía reducidos sus servicios.

En esa misma tesitura se situaron cientos de usuarios, pero en su mayoría se mostraron comprensivos con la situación. "Es incómodo, pero supongo que los trabajadores tienen todo el derecho del mundo", indicó el viajero Pedro Pérez.

Como ya ocurriera en la primera jornada de paros del pasado día 4, tres líneas permanecen suspendidas, mientras que las diez restantes funcionan con una reducción de frecuencias en algunos casos con hasta hora y media de diferencia.