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Antonio Sastre, el danzante olvidado

El viernes se cumplen cien años del nacimiento del maestro de baile asturiano, que compartió escenario con figuras como "Josenín el de Abuli" y "El Charrascu"

Antonio Sastre.

El próximo viernes 21 de diciembre se cumplirá el centenario del nacimiento en el barrio ovetense de La Pilñera, del maestro del baile asturiano Antón Sastre Bilbao. Sastre fue un hombre puente entre las generaciones de las grandes leyendas del baile como "Nino el de Pancar" de Llanes, Florentino Losa "El Requexau" de Mieres, César Ordieres de Villaviciosa o "El Roxu de Morente".

Compartió escenarios con "Josenín el de Abuli", "El Charrascu" de la Argañosa. Formó pareja con "La Curra" de Buenavista, Leonor "La Capitana", "La Tata de les Folgueres, y "Les Xarreres". Su pareja tradicional era Elisa Bouzas, de la calle La Vega, a la que valoraba como una excepcional bailarina, con la que visitó varias ciudades españolas.

Según apunta el veterano bailador Fernando Ruiz, Sastre exhibía unos pasos únicos en el baile asturiano. Algunos expertos lo consideraban como el mejor bailador asturiano de todos los tiempos.

También era intérprete de tonada aunque no alcanzó mucho relieve. Ausente en los grandes concursos, sí tenía una voz agradable y un acentuado melisma con tendencia a las vaqueiras. En su discografía recordamos "A la entrada de Oviedo", "A bailar no hay quien me gane", "A les Andeches", "Madrugues tanto". Sastre conoció a las grandes leyendas de la canción asturiana como los "4 Ases", Quín, Xuacu, Maragatu, y a los más recientes "Juanín de Mieres", "Requejo" y "el Presi". Sastre empezó desde muy niño a bailar en las romerías en un tiempo en el que aún no había orquestas y la gaita, el tambor y el baile regional eran los protagonistas.

Formó parte del grupo de baile de la Sección Femenina de Oviedo desde 1949. Después creó el grupo de "Educación y Descanso" del que ostentó el cargo de subdirector durante 22 años. Estos grupos de baile fueron cantera de numerosas parejas de baile que alcanzarían éxitos en los certámenes regionales como el recordado "Rumbo a la Gloria". En los concursos de baile, Sastre era imbatible, ganó seis años consecutivos el certamen de El Carbayu, en Lugones. Fue miembro de jurados de concursos de canción asturiana y dirigió el grupo de baile "Ventolín" de Pola de Siero. La modalidad de baile del Concurso y Muestra "Ciudad de Oviedo" lleva su nombre en reconocimiento a su larga trayectoria.

El 25 de septiembre de 1981 fue objeto de un homenaje durante un Festival de Asturianía celebrado en un conocido lagar de Colloto. Sin duda, Sastre fue durante cincuenta años santo y seña del baile asturiano. Al margen de sus cualidades artísticas, derrochaba campechanía y fue siempre una persona abierta a colaborar en cualquier evento de carácter benéfico.

Su presencia destilaba alegría y siempre fue apreciado en los ambientes del folklore asturiano. Su huella en el baile regional perdura aún en la memoria de muchos asturianos. Fue de cantero de profesión. Se jubiló en 1961 y abandonó el baile en 1971. Falleció hace unos años. Hoy permanece totalmente olvidado.

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