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La Asociación de Ayuda a Personas con Parálisis Cerebral gestiona la escuela

El Centro de Educación Especial Ángel de La Guarda es un centro privado-concertado que depende de la Asociación de Ayuda a las Personas con Parálisis Cerebral (Aspace) y abrió sus puertas en Latores en 1983.

Las instalaciones de Aspace están divididas en dos centros, que, aunque funcionan de forma independiente, están comunicados por un túnel. Al primero asisten los niños desde su etapa de bebés hasta que cumplen 21 años porque allí está la unidad de atención temprana y el centro escolar. Los adultos van al segundo, donde se encuentra el Centro de Apoyo a la Integración (CAI) y el centro residencial. En total, Aspace tiene 180 usuarios procedentes de 18 municipios que reciben educación y amor a partes iguales de la mano de las 98 personas en plantilla y las que prestan sus servicios en el transporte y el comedor que gestiona la Consejería de Bienestar Social y la de Educación. En el centro educativo hay departamentos de fisioterapia, logopedia, educación musical, ayudantes, orientadores, trabajadores sociales o deporte adaptado, entre otros. Mientras que el CAI, que también cubre todas las necesidades de sus usuarios, tiene fisioterapia, terapeutas ocupacionales o logopedas gracias al empeño de la dirección en solicitar subvenciones o agudizar el ingenio para conseguir financiación.

Los chicos atraviesan varias etapas formativas: los cursos de Educación Básica Obligatoria (EBO) y de Transición a la Vida Adulta (TVA) antes de cambiar de centro y pasar a formar parte del CAI. La tecnología está omnipresente y es el hilo conductor entre ambos espacios.

Rafael Pedregal, es el presidente de la comisión permanente de Aspace Oviedo y sabe muy bien lo que significa padecer un trastorno psicomotor. Su hijo menor, de 41 años, tiene parálisis cerebral y es uno más en Latores. Rafael y su mujer, Pilar Bernardo, están muy orgullosos de él y le acompañan periódicamente a las terapias. El matrimonio acude además con regularidad a los dos centros de Aspace en Latores y anima a todos los usuarios mientras supervisa el funcionamiento o la adquisición de nuevos equipamientos tecnológicos. Entre los rostros más familiares y queridos de Aspace están los de Fernando González, Berta González y María Cachero, tres exalumnos de la institución que fueron contratados en el servicio de limpieza de Aspace. Todos forman una gran familia.

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