El funeral por Bonifacio Fernández Vilalta, el empresario que abrió la histórica y ya desaparecida ferretería La Llave en plena calle Uría, congregó ayer en la basílica de San Juan el Real a cientos de personas, familiares, amigos y mucha gente vinculada al mundo empresarial y el comercio ovetense. Bonifacio Fernández, de 86 años de edad, ya llevaba tiempo enfermo y su fallecimiento "no por esperado ha dejado de ser triste". Así lo hizo notar el párroco de San Juan, Javier Suárez, en su homilía de ayer y dirigiéndose a la viuda, sus hijos y sus familias. El sacerdote se refirió a él como a un hombre "trabajador, creador de empleo y emprendedor" e invito a la familia a buscar consuelo siguiendo sus consejos y su ejemplo.

La viuda de Bonifacio Fernández, Paquita Fernández, y sus hijos, José Miguel y Pablo, siguieron la celebración religiosa sentados en la primera fila, ante el ataçid con los restos mortales del patriarca. A ellos aludió especialmente el párroco de San Juan al hablar de él como "un compañero fiel", "un buen esposo y un buen padre". "Lo que menos esperabais era una muerte en estas fechas de Navidad", comentó desde el púlpito y luego pidió imaginar que las palabras del Evangelio que se leyeron durante la misa salían de boca de Bonifacio Fernández, dirigidas a sus hijos: "Yo os he enseñado muchas cosas para el bien". Por eso, dijo, "el mayor homenaje a Boni, cuando pase el dolor, es poner en práctica todo lo que os enseñó". El cura de San Juan terminó su homilía animando a todos los fieles congregados en el funeral a "recorrer la vida sin desalentarse".

Fernández Vilalta era muy conocido en Oviedo, sobre todo por su actividad al frente de la antigua Ferretería La Llave, en mitad de la calle Uría. El negocio llegó a ser tan popular que la ciudad aún mantiene una parada de autobús con el nombre de la ferretería, Uría-La Llave.

El establecimiento abrió al público en los años cuarenta y cerró en 2009, al tiempo que otros comercios tradicionales de la ciudad, como los almacenes Guisasola, la armería Collín o la tienda de tejidos Las Novedades.

Fernández Vilalta se había licenciado en Derecho en Oviedo, residió unos años en Londres y regresó a Oviedo para dedicarse a la actividad empresarial. En la ciudad, se le conocía como "Bonifacio, el de La Llave".