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Los coros de los colegios de Oviedo ponen música a la Navidad

El Auditorio acogió un concierto que viajó desde la música negra norteamericana a la tradición maorí, pasando por los villancicos

Coro del colegio Buenavista. LAURA CARADUJE

"La música os acompañará toda la vida". Se lo dijo el cantautor ovetense Adrián Murciano a los niños que participan en el programa de rondallas y aulas corales de la concejalía de Educación del Ayuntamiento de Oviedo. Adrián tiene 25 años y hace 15 estaba en una rondalla, ahora colabora dando alguna clase y esta semana participó en el concierto de Navidad de las rondallas en el Auditorio Príncipe Felipe.

"La música es medicina que cura las almas", insistió el cantante, que quiso agradecer también al Ayuntamiento de Oviedo que la actividad se mantenga después de más de dos décadas "cuando en tiempos de crisis lo primero que se recorta es la inversión en cultura".

De eso habla también el coordinador del programa, Basilio Argüelles. "Vivimos de una subvención pero tenemos que mantener los usuarios y es cierto que los niños se apuntan y con el paso del tiempo van perdiendo interés", dijo. En total son más de medio millar de alumnos de primaria y secundaria de 15 colegios públicos ovetenses, "en enero serán 16 con la entrada del colegio de La Corredoria", puntualiza Argüelles. El coordinador insistió en que los pequeños acudan a los ensayos y a los conciertos, a los que también rogó que vayan los padres. "Es obligatorio asistir a los conciertos, la actividad es gratuita y la asistencia es el único pago que se exige, porque es muy gratificante para los niños cantar o tocar la guitarra delante de sus padres y da mucha pena cuando se prepara un concierto y no va la gente", dijo Argüelles, que afirmó también que "esta actividad hay que cuidarla".

El concierto de este año se dividió en dos días. Los alumnos de las rondallas escolares tocaron en la sala de cámara del Auditorio. Allí estaban medio centenar de niños de los colegios Gesta, Germán Fernández Ramos, San Lázaro y Ventanielles. Los pequeños disfrutaron de su concierto pero también de dos canciones interpretadas por el exalumno, ahora cantautor, que se atrevió con un tema propio, "Si tú quieres llover".

Los alumnos de los coros se subieron al escenario de la sala principal del Auditorio. En ese concierto se estrenaron dos coros, los del los colegios Baudilio Arce y El Villar, de Trubia. El resto de los centros participantes fueron el Parque Infantil, Fozaneldi, Dolores Medio, Pablo Miaja, Buenavista, Novo Mier, Veneranda Manzano, Juan Rodríguez Muñiz y La Ería.

El concierto fue un recorrido por la música navideña que viajó desde los espirituales negros como "The marching saints", que provocó el gran aplauso de la noche para los niños de Fozaneldi, hasta la tradición maorí de "E papä waiari", con dos niñas del Baudilio Arce utilizando los tradicionales palos de percusión maorí.

Fue un concierto que se prolongó durante casi dos horas y en el que hubo de todo, desde niños despistados hasta interrupciones como el parón que hizo Elisabeth Expósito, directora del coro del colegio Veneranda Manzano, ante el ruido que había en el patio de butacas. Además este coro sufrió también una baja ya que una de las niñas de la formación tropezó al subir al escenario y se cayó, lo que provocó que tuviese que abandonar, eso sí con un gran aplauso del público.

En el concierto se pudo ver la evolución de los niños cuando asisten a las aulas corales. A los más pequeños como es lógico les faltaba concentración y tablas en el escenario mientras que los mayores ya saben lo que es cantar en el Auditorio ante cientos de personas. Se veía en la actitud, hasta en el saludo al acabar de cantar.

Los niños van aprendiendo poco a poco no solo música sino también la disciplina que requiere subirse a un escenario. Eso también les acompañará toda la vida.

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