Las ocho personas acusadas de simular un accidente en abril de 2013 en La Corredoria para cobrar 11.647 euros declararon hoy ante el juez del juzgado de lo penal número 1 de Oviedo que el siniestro "fue fortuito", mientras que los abogados de la defensa pidieron la nulidad del procedimiento por basarse en unas escuchas de otro caso y coincidieron en aseguraron que "no hay pruebas" para condenar a sus clientes.

Agentes de la Guardia Civil que testificaron en calidad de testigos dijeron que se enteraron de la supuesta simulación por unas escuchas de otro caso de venta fraudulenta de coches producido en Pola de Siero. Los guardias aseguran haber intervenido conversaciones telefónicas del conductor de uno de los vehículos y supuesto ideólogo del acuerdo, I. R. G., con la conductora del otro coche, A. G. P. en la que hablaban "en tono de familiaridad" pese a que decían conocerse "sólo superficialmente".

Asimismo, se intervinieron dos llamadas más a I. R. G., quién cuenta con antecedentes por estafa. En una habló con su tía, ocupante de su vehículo durante el siniestro, para aconsejarle que permaneciera más tiempo de baja y en la otra, dirigida a la aseguradora, se hizo pasar por uno de los ocupantes del otro turismo para preguntar por su indemnización.

La acusación particular mantiene la petición de un total de 15 años de cárcel para los implicados por supuestos delitos de estafa y falsificación de documento mercantil. La acusación pide tres años de prisión para el presunto cabecilla del grupo y año y nueve meses para el resto.

Las defensas dieron por hecho que el juez absolverá a sus clientes "por la falta de pruebas" de que el accidente estuviera pactado. Defienden que sólo tres acusados aparecían en las grabaciones y sólo dos, que no fueron ninguno de estos, percibieron finalmente indemnización.

Destacan que en ningún momento se abrió una investigación sobre el caso y que nadie sospechó de simulación hasta que lo hizo la Guardia Civil. Las partes se contradijeron respecto a las indemnizaciones. Mientras que la acusación aseguró que los ocho ocupantes solicitaron recibir compensaciones por dolores cervicales, los abogados de varios acusados sostuvieron que sus clientes ni siquiera pidieron compensación.