La antigua fábrica de armas de La Vega despierta el interés empresarial aun a sabiendas de que, al menos de momento, no existe un acuerdo entre el Ayuntamiento de Oviedo y el Ministerio de Defensa para una cesión de los terrenos que permitiría desarrollar varios proyectos de futuro para la zona. Seis empresas asturianas del ámbito sanitario químico y energético han mostrado ya su intención de participar en un proyecto impulsado por la Cámara de Comercio de Oviedo para crear diez incubadoras de empresas en un plazo de dos años, en la antigua factoría y con ayuda de fondos europeos.
El plan impulsado por la Cámara podría estar ya listo para comienzos del próximo año, es decir, en cuestión de meses. La intención de la institución empresarial es iniciar en enero las reuniones con las compañías interesadas para trazar una ruta de actuación que, en todo caso, estaría supeditada a las negociaciones a dos bandas entre Defensa y el Consistorio para lograr un acuerdo que permita dar uso a los terrenos abandonados tras la marcha de la empresa Santa Bárbara en el año 2012.
La apuesta de los empresarios ovetenses pasa por impulsar una primera fase de desarrollo de 3.500 metros de los 122.000 con los que cuenta la fábrica ovetense. Se trataría de instalar "una decena de incubadoras de empresas tecnológicas", con la idea de los impulsores de acudir a ayudas europeas para este tipo de proyectos. "Existe la posibilidad de acceder a diez millones de euros de fondos Feder que financiarían el 80% del proyecto", destaca el presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, Carlos Paniceres.
Estas ayudas forman parte de fondos disponibles para impulsar incubadoras de alta tecnología, entre 2014 y 2020 en todo el territorio nacional, gestionados por la Fundación del Instituto Cameral para la Creación y Desarrollo de la Empresa (Incyde). Paniceres aprovechó ayer su asistencia al consejo de Incyde para dar a conocer el proyecto de la Cámara ovetense para La Vega y tratar de buscar más apoyos.
La intención de los empresarios ovetenses es reunir un grupo inicial de empresas dispuestas a poner en marcha un primer proyecto que sirva de "palanca de transformación" para La Vega en concreto y Asturias en general. Entre los planes previstos para las incubadoras está también la idea de atraer la participación de empresas públicas. A este respecto, Paniceres considera esencial la participación de Hunosa como referente regional de uno de los sectores estratégicos. "Teniendo en cuenta la nueva línea que nos plantea Hunosa de investigación energética, creemos que es una empresa candidata a participar en las incubadoras de empresas si finalmente logramos que el proyecto salga adelante", plantea el empresario.
Uso cultural y residencial
Si bien el colectivo de empresarios apuesta por "un uso variado de La Vega para crear empleo", también se posicionan a favor de aprovechar parte de los 122.000 metros cuadrados del complejo fabril a otros proyectos de carácter cultural e incluso residencial. "Apostamos por promociones de vivienda, pero con una tipología relacionada con espacios industriales, como lo que se hizo en las zonas portuarias de Bilbao para mantener sus estructuras", sugiere el presidente de la Cámara.
Del mismo modo, respaldan a las voces que proponen habilitar una zona tecnológica biosanitaria, aprovechando la cercanía con el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). A su entender, esta propuesta encajaría a la perfección por la necesidad de buscar una industria cuya viabilidad vaya acompañada de "su integración a la ciudad".
La Cámara subraya que, a diferencia de la fábrica de armas de La Coruña, la de Oviedo es un espacio que está situado "casi en el centro de la ciudad tras el desplazamiento del eje de la misma provocado por el traslado del HUCA a La Cadellada. Del mismo modo, ven en esta integración en el casco urbano un argumento más para apostar por unos usos variados entre los que podrían incluirse equipamientos culturales o servicios públicos para los que el Ayuntamiento no dispone de espacios actualmente.
