"La mujer tuvo un papel clave en la Edad Media asturiana; las mujeres eran tan importantes o más que los reyes y nobles". Así lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Juan Carlos Cádiz Álvarez, autor del libro "Los años oscuros", segundo volumen de la colección "La historia de Asturias... en pedazos", que en esta ocasión aborda el Medievo en el territorio asturiano.

Juan Carlos Cádiz, que estuvo acompañado por Julio Cedrón, periodista y consejero de RTPA; Pablo García, director del Parque Nacional de los Picos de Europa, y Martín Díez Casado, inspector de Salud Pública, destacó el papel rebelde de la reina Urraca, nacida en Soto de Aller, hija bastarda de Alfonso VII de León, que fue reina consorte de Pamplona por su matrimonio con el rey García Ramírez. Después de enviudar, volvió a su tierra, donde gobernó hasta 1165, y con su segundo esposo, el magnate Álvaro Rodríguez de Castro, se sublevó contra su medio hermano el rey Fernando II y protagonizó un intento de independencia de Asturias. "Urraca es el primer signo de independentismo y demuestra que las mujeres eran sumisas, pero no tanto, aunque no tenían tantas armas a su alcance", indicó el autor. Martín Díez Casado, habló de personajes como el rey Pelayo y el rey Silo, y destacó su importancia para la historia de España. Julio Cedrón hizo hincapié en el cambio social que supuso la creación de los estamentos sociales, y el surgimiento de la nueva ciudadanía asturiana con una incipiente aristocracia de la que en cierto modo formaba parte la Iglesia. Pablo García aludió a las jarchas y cantares de gesta de la época, y recomendó abordar la lectura del libro escuchando un canto gregoriano o una polifonía. La obra transcurre entre los siglos VII y IX y alude a los orígenes del Reino de Asturias y el traslado de la Corte a León en el siglo X.