Las atracciones infantiles navideñas se ven abocadas este año a un "exilio obligado" a Llamaquique. La colocación de la pista de hielo en el paseo del Bombé del Campo de San Francisco desde el pasado puente festivo obliga este año a los feriantes a trasladar su oferta de cinco barracas al antiguo campo de maniobras de la ciudad.

Los titulares de las instalaciones recreativas criticaron el traslado durante las labores de montaje de las mismas, iniciadas ayer por la tarde. Sostienen que el cambio no era necesario. "Había espacio de sobra junto a la pista de hielo para instalarse", declara uno de los feriantes, que lamenta haber tenido que abandonar un espacio "céntrico y casi siempre lleno de gente paseando".

Aseguran los feriantes que su "exilio" a Llamaquique se fundamenta en la falta de disponibilidad de espacio en el paseo del Bombé, pero califican de erróneo ese argumento. "Sólo necesitábamos unos 70 metros de largo para instalarnos y allí hay incluso más", coinciden en señalar varios propietarios de las barracas.

El Ayuntamiento había licitado la colocación de juegos infantiles en la misma subasta pública que la pista de hielo, pero la empresa Proasur, ganadora de la subasta sólo mostró interés en instalar la pista. Esta decisión obligó a realizar otra subasta pública para colocar las atracciones, pero los técnicos municipales recomendaron sacarlas a otro espacio público de la ciudad debido a la limitación de la superficie disponible.