El turismo de observación de fauna salvaje tendrá por fin una regulación en Asturias, tal y como anunció ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA el viceconsejero de Medio Ambiente del Principado, Benigno Fernández Fano, durante la mesa redonda en la que se habló del futuro de una actividad que va en aumento, con amplias posibilidades de crecimiento en Asturias.

Fernández Fano, que insistió en la complejidad de aunar los intereses de la empresas y los del territorio, explicó que la normativa estará incluida en los nuevos instrumentos de gestión de los espacios naturales de Asturias y contará con un apartado específico destinado a los osos, siempre dentro de un marco respetuoso con el medio ambiente y con los criterios de desarrollo sostenible de la actividad.

Los plantígrados son, en estos momentos, la especie que suscita mayor interés en espacios como el Parque Natural de Somiedo, donde ya operan varias empresas. Pero aunque el gran carnívoro de la Cordillera Cantábrica copa el protagonismo, en Asturias existen muchas otras especies susceptibles de ser avistadas, tal y como señaló Víctor Cabal, profesor de la Facultad de Turismo de Oviedo y consultor, que moderó la mesa redonda y también introdujo la importancia de educar en aspectos medioambientales.

En la misma línea se expresó Luis Frechilla, biólogo y empresario de ecoturismo, que puso como ejemplo experiencias como la que se lleva a cabo en el País Vasco con las ballenas o el amplio campo que existe en Asturias con la ornitología. Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo, resaltó la importancia de buscar la complicidad de los habitantes de los espacios naturales y de los empresarios de turismo rural, "que deben sentir que esta actividad va realmente en beneficio de sus territorios".

"El turismo de naturaleza tiene que ser una fuente de desarrollo para el medio natural y deben tenerse en cuenta aspectos como la regulación de los accesos a las fincas, sin perjudicar a los vecinos, que son los propietarios", añadió Palomero. Luis Fernando Alonso, director del parque natural de Somiedo, defendió que las empresas deben ofrecer las actividades de ecoturismo como una experiencia integral. "Nos queda mucho trabajo por hacer, pero creo que vamos en la buena línea", recalcó Alonso.

Si en algo coincidieron los integrantes de la mesa fue en la necesidad de ordenar la actividad antes de que su desarrollo vaya a más. Este sector es aún muy joven y necesita una normativa sencilla, clara y útil. Entre el público estuvo José Luis Álvarez Almeida, presidente de OTEA, quien abogó por buscar mayor conexión entre el medio rural y el turismo. "A Asturias hay que hacerla sostenible", señaló Almeida.

El alcalde de Quirós, Ovidio García, que también acudió al acto, reclamó "que la regulación no implique más cortapisas para el paisano que vive en el pueblo".