El rechazo frontal de la mayoría de los vecinos al Centro de Encuentro y Acogida (CEA) para toxicómanos no rehabilitados que Cáritas pretende instalar en Cerdeño no ha servido para variar ni un ápice la postura de la entidad diocesana con respecto al proyecto. Tan solo un día después de que varias asociaciones de la zona anunciasen que están dispuestas "a lo que sea" para impedir que el centro se ponga en marcha, fuentes de Cáritas aseguran que su intención es continuar con los trámites para trasladar a Cerdeño el proyecto que ahora funciona en La Tenderina. El mensaje fue escueto, pero conciso: "Seguiremos adelante, por el momento no ha cambiado nada".

Los ánimos están muy tensos entre Cáritas y los vecinos. Los responsables de la entidad ligada a la Iglesia se fueron de la reunión convocada por las asociaciones en el centro social de Ventanielles cuando se enteraron del proyecto, una asamblea a la que habían sido invitados y de la que se marcharon diciendo que habían sufrido "un auténtico linchamiento". La secretaria general de Cáritas, Mari Luz Baeza, asegura que ese día no pudo contarles a los asistentes que los usuarios del centro están siempre bajo la supervisión de profesionales, que no son conflictivos o que en estos últimos años han colaborado con algunos colectivos de La Tenderina como unos vecinos más del barrio, entre otras cosas.

Además, Cáritas defiende la labor social de su proyecto. "No podemos dejarles solos. No podemos, como sociedad, rechazarlos o apartarlos, sino que, por el contrario, necesitan, como otras tantas personas que sufren, tener un apoyo. Y, por supuesto, no perder sus derechos fundamentales, entre ellos poder estar en una vivienda digna", explicaron en su día los responsables de la entidad a través de un comunicado. La organización también sostiene que en la zona hay muchos vecinos que apoyan el proyecto y otros tantos ni siquiera saben que existía el centro de La Tenderina hasta que se inició este conflicto.

Por su parte, las asociaciones opositoras aseguran que Cáritas ha incumplido su promesa de reunirse con ellas para tratar de negociar, que ya no les contestan a los correos electrónicos y que mienten al sostener que los toxicómanos a los que atienden no son problemáticos. Estos vecinos afirman que no quieren que sus hijos "vean a gente pinchándose" y piden a las administraciones que tomen partido antes de que se vean obligados a movilizarse. No están en contra de la labor de Cáritas, pero no quieren a los drogadictos cerca de sus casas.

La licencia

El grupo municipal de Ciudadanos adelantó ayer que va a preguntarle a los miembros del tripartito -PSOE, IU y Somos- si ya se ha recibido en el Ayuntamiento la solicitud de licencia que le haría falta a Cáritas para poner en marcha el centro. Ciudadanos Oviedo se reunió ayer con la asociación "Actividades" de Ventanielles para conocer sus impresiones sobre el traslado del proyecto. "Los vecinos nos trasladaron su rechazo a la apertura del nuevo centro y los problemas de inseguridad y salud pública que causa en el barrio el actual (por el de La Tenderina)".