El hombre más pudiente del Principado, el médico y empresario Víctor Madera (Oviedo, 1962), acaba de cerrar la compra de uno de los edificios más preciados de Oviedo: el de la antigua sede de Banesto en la calle Marqués de Santa Cruz. El ovetense acaba de cerrar junto a otro a otros socios entre los que estaría el abogado ovetense y exmáximo accionista del Real Oviedo, Celso González, la compra de este inmueble de siete plantas, pero no es el único edificio emblemático asturiano de Madera. Se lo conoce como "el coleccionista de palacios".

En su lista de propiedades en la región figura el palacio del Cercáu de Llanes, una joya de finales del siglo XVI; las Torres de Donlebún, en Barres; el palacio de Trenor, en Figueras, y palacio del Marqués de Santa Cruz, en el centro de la capital castropolense. Completan la lista el palacio Villa Excelsior de Luarca (Valdés) y el palacio de los Duque de Estrada, conocido como "la Bombilla", también en Llanes. Pero ha adquirido también otras propiedades, como el palacio Torres de los Morenos, en Ribadeo (Lugo), una finca de más de 200.000 metros cuadrados en Formentera, una casa de campo en Fresnedillas de la Oliva (Madrid), tres apartamentos en la calle Valenzuela (entre Alcalá y el Retiro) y una mansión de lujo en la urbanización Calo del Real en Sant Josep de Sa Talaia (Islas Baleares).

Según quienes le conocen, a Víctor Madera "le fastidia ver cómo se echa a perder el patrimonio", por lo que ha decidido rehabilitar estos palacios con fines turísticos.

El médico asturiano preside uno de los grupos de servicios sanitarios más potentes del país, Idcsalud, que gestiona centros como la Fundación Jiménez Díaz y los hospitales Rey Juan Carlos y Puerta de Hierro, los tres en Madrid, o el barcelonés Hospital General de Catalunya. Residente en Londres y padre de tres hijas, comenzó gestionando centros de la Cruz Roja para terminar siendo una referencia en la sanidad privada en España.