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Lucas Macías: "La música clásica tiene que ser cercana, no un museo elitista e inaccesible"

"Quise abrir al público el ensayo del concierto de Año Nuevo para los que no pueden ir al estreno", dice el nuevo director de Oviedo Filarmonía

La cuenta atrás de Lucas Macías (Valverde del Camino, Huelva; 1978) llega a cero el día de Año Nuevo. Nombrado el pasado verano, debutará al fin al frente de Oviedo Filarmonía como director titular. "La música clásica tiene que ser cercana a la sociedad, no un museo elitista e inaccesible". Con esa filosofía, Macías ya ha hecho ruido antes de hacer sonar una sola nota. Por primera vez, el ensayo general, el lunes 31 por la mañana, estará abierto al público. Fue su idea, su primer paso para empezar a mostrar sus intenciones. Las entradas, gratuitas, se agotaron ayer en unas pocas horas. Exito total. Tampoco quedan localidades, estas de pago, para el concierto del día 1, a las siete de la tarde.

"Estaba buscando algo nuevo, y se me ocurrió preguntar si era posible abrir las puertas a todos aquellos que por problemas de horarios no pueden asistir, especialmente a los niños y a gente muy mayor", explica Macías. "Yo mismo, con mis dos hijos de 2 y 5 años tendría dificultad para llevarlos". Invita además a todos aquellos que nunca han asistido a un concierto a que "se adentren en el mundo de la música clásica, que tiene que ser muy cercano a la sociedad", asegura. "Me gustaría que abrir al público el ensayo general se pudiera hacer siempre, trabajaremos por hacerlo más accesible".

Para incorporarse a Oviedo Filarmonía, Lucas Macías, oboísta y director musical, abandonó el puesto de profesor que tenía en la Orquesta del Concertgebouw, en Ámsterdam.

El proyecto que Macías tiene en mente para la orquesta desborda las fronteras del municipio. "Querría que saliese un poco de Oviedo", donde la agrupación tiene su sede, "me gusta que ganen en confianza como colectivo".

Macías ve en la juventud de los músicos de Oviedo Filarmonía un punto a favor . "Se nota que son jóvenes en su ambición y en las ganas que tienen de mejorar cuando aparece algo nuevo". Esto fue precisamente lo que más sorprendió a Macías cuando conoció a la agrupación el pasado abril y se le ofreció la posibilidad de convertirse en director titular. "No me lo pensé a la hora de aceptar el puesto".

Sus primeras impresiones de Oviedo son buenas. "Una ciudad pequeña con un enorme interés por la música y una oferta nada común", con dos orquestas, tres coros, las dos temporadas líricas y las salas de conciertos.

El programa para el Concierto de Año Nuevo que propone Macías para estrenarse como director "cumple con el estereotipo" que se espera para la ocasión. "Mucho Strauss, polkas, valses, can can". Quiere ofrecer un concierto ameno y para todos los públicos, siguiendo la línea de ediciones anteriores. No descarta ofrecer novedades en un futuro.

Macías cuenta de forma abierta cómo decidió abandonar su plaza de solista en la Orquesta del Concertgebouw para irse a estudiar dirección orquestal a Viena. "Sentía que si me quedaba allí siempre me iba a ver musicalmente muy limitado", explica "siempre limitado al instrumento". Al principio, Macías encontró algunas trabas para acceder a los estudios por su perfil de instrumentista. "No te lo vas a tomar en serio, lo vas a querer compaginar con el oboe", fueron las excusas que le dieron, pero él no se rindió. "Dejé la orquesta, mi profesor no se lo esperaba".

De su etapa como asistente de la Orquesta de París se queda con todo el repertorio, el estudio de la música en su conjunto, no solo a través de un único instrumento. No se considera un gran fan de la sonoridad sinfónica francesa.

El repertorio romántico alemán, con Schuman a la cabeza, es su principal deseo para trabajar durante esta nueva etapa al frente de la Oviedo Filarmonía.

Holanda, Andorra, Barcelona, Alicante, son sus compromisos más inmediatos para el nuevo año.

Macías se siente curioso por la reacción que va a tener el público ante su primera actuación. "Yo espero", añade como propósito a cumplir para el nuevo año que empieza, "que el público nos acompañe", asegura, "pero no solo para este Concierto de Año Nuevo. Que la ciudad se involucre, asistiendo a los ensayos abiertos al público o a los conciertos sinfónicos o en los barrios. Me gustaría crear una hermandad entre orquesta y público, al fin y al cabo estamos aquí al servicio de los ciudadanos".

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