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JESÚS GARCÍA PEÓN | Líder vecinal

"Las cosas van tan sumamente lentas que los ciudadanos no percibimos el cambio"

"Taboada fue lenta, demasiado garantista y poco operativa con los distritos; si no mueves las cosas, se acaban muriendo"

Jesús García Peón. IRMA COLLÍN

Jesús García Peón (Torrelavega, 1950) lleva toda la vida en la lucha. La del mundo de la discapacidad y también la vecinal, desde su barrio, La Corredoria. Allí llegó cuando se mudó desde Cantabria a Asturias por trabajo. Vio cambiar el barrio y también las circunstancias del asociacionismo vecinal.

-Cuando llegué era el menos conocido. Había tres casas, nada más. Luego lo vi crecer, y creció muy bien. Es un barrio encantador. Es bueno que se diseñen antes las cosas para que crezcan bien.

- ¿Le falta algo de vida comercial?

-Toda la del mundo, pero no se puede decir si el problema es de uno o de otro. Es un poco de todos, desgraciadamente, en esta vida no hay inocentes, todos somos culpables. En este caso están los que se las ven putas para pagar la renta si ponen un negocio, y ninguno está boyante. Van todos justos. Causas hay muchas. Las asociaciones de comerciantes de La Corredoria son muy malas. No tienen proyectos ni apoyos. Es cierto, también, que los precios son altísimos. Que te cobran tanto de renta como si te pones en Independencia Y, claro, comprenderás que para eso te pones en Independencia.

- Y los centros comerciales, al lado.

-Aunque también es positivo para el barrio. Intu es bueno para los vecinos pero malo para el comercio. Lo bueno y lo malo cambia según para quién. La cuestión es qué conciencia tienen los políticos de estos problemas, y qué hacen para solucionarlos al margen del electoralismo. Porque yo, en este tiempo, he vivido cosas alucinantes.

- Cuente.

-La acera del Cortijo, por ejemplo. Se hicieron de sólo un metro de ancho, de forma que si se cruzan un coche de niños y una silla de ruedas me tengo que tirar abajo. Bien. Pues recuerdo en su día, con la corporación anterior, como Mortera me dijo delante de los periodistas: "no te preocupes, si el Principado no te lo hace, te lo hacemos nosotros". Ganaron sin mayoría, gobernaron, Gabino y Mortera se fueron a Delegación de Gobierno y los que se quedaron no hicieron nada. Y ahora han venido estos y tampoco. Ni siquiera lo están estudiando. Ahora son elecciones y lo mismo. Vendrán por aquí a contar películas de lo que van a hacer.

- Decía que quedaba más por hacer.

-Claro, el mercado de abastos. Caunedo no lo sacó. Llegaron estos diciendo que Caunedo no tenía ni puta idea y que ellos iban a explicarle como se hacía. Pues tampoco lo han hecho, tío, no lo han conseguido. Otra, la puesta en circulación del nuevo acceso a la AS-II. El paso que utilizaba la gente va a quedar sin circulación dentro de un año. Y ahí se pueden agrandar las aceras, poner una sola dirección o incluso hacer semipeatonal toda la plaza de Cuatro Caños. Pero es que no se está ni debatiendo. Más, el autobús. Se han aprobado las nuevas líneas, y la gratuidad de los menores. Pero no se ha echado a andar. Y eso significa que no está resuelto. Las cosas van tan sumamente lentas que los ciudadanos no percibimos el cambio. Siempre se ponen montones de excusas, problemas, impedimentos, unos serán verdad y otros menos. Pero el resultado es que no funciona. También queremos más presencia policial. No para perseguir a nadie, para disuadir. Policía de proximidad. Cámaras en ciertas zonas. Que hagan accesibles calles como las de Ciudades Unidas, una de las áreas más antiguas. Han arreglado muchas zonas de Oviedo. ¿Y esto no existe? No lo hizo Gabino, no lo hizo Caunedo ni tampoco estos. Esto hace que nos cabreemos.

- ¿Más peticiones?

-Lo del agravio de las asociaciones. Unas tienen local y otras no. Este año habían prometido un censo y tampoco. Se van a ir y no van a dejar nada puesto en orden. Tampoco hay normativa de centros sociales. Eso impide que llegues al Cortijo y puedas meter la bici dentro. O que no puedas estar con tu perro en la terraza de la cafetería. No digo que tenga que ser así, pero sí que haya una normativa y no unas normas heredadas de unos y de otros.

- ¿Qué le parecen los centros sociales de Oviedo?

-Interesantes. Hay muchos. Algunos es imposible usarlos, porque no vas a pedir que te vengan a abrir para leer el periódico, echar la partida y que luego te vengan a cerrar. Los que tienen ordenanza funcionan bien. En El Cortijo hay piscina, biblioteca, hasta cafetería. El del Naranco también tiene mucha actividad. Las asociaciones tienen que tener un sitio en el que reunirse y hay que elaborar unas normas para que funcionen de forma adecuada. Pero son necesarios. Como el telecentro de La Corredoria. Si no fuera por el telecentro y la gente que está allí, ¿cómo harían muchos para entrar con la firma electrónica en el Ayuntamiento? No todo el mundo tiene ordenador en casa, hay montón de gente que va allí con un lapicín y la chavala les ayuda con los ordenadores. Esos servicios articulan la vida de un barrio. Y en los centros sociales harían falta más servicios. Ordenadores y wifis buenas. Porque desde que cambiaron a Telefónica, no funciona ninguna bien, por cierto. No se atreven a decirlo, pero aquí, en El Cortijo, la gente entra con la del bar porque funciona mejor que la del centro social.

- ¿Qué ha pasado con los distritos?

-Esto lo cogió el área de Taboada. Por un lado, notabas que la oposición estaba a darle por todos los lados. Y ella tampoco lo supo llevar. Fue lenta, demasiado garantista, no era operativo. Y si las cosas no las mueves, se mueren.

- ¿Presupuestos participativos?

-Un fracaso. Aquí igual habría que haberles explicado antes a la gente lo que era participar. Porque el PP no creía en eso, tenías los alcaldes de barrio y llegabas y decías 'oye, Alfonso, que necesitamos tal'. Así que la gente no está acostumbrada. Me preguntaban por la calle '¿Pero esto qué es?, ¿pero cuánto nos van a dar?'. No hay dinámica. Aquí venían unos niños al Conceyín a explicar el tema y la gente no lo entendía. Yo creo que hubiera funcionado mejor que el propio Ayuntamiento planteara unas propuestas. Porque la gente no quiere ni inventarse cosas, y están a la defensiva con los políticos, pensando a ver cómo nos la cuelan.

- Citaba antes a los alcaldes de barrio del PP. ¿Cómo valora aquel sistema?

-Una manera de cazar votos. Aquí el alcalde de barrio te hacía un favor a cambio de votos. Era una forma de clientelismo. Es verdad que a veces cumplían con los favores, pero no era un sistema justo.

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