El comité de empresa de Transportes Unidos de Asturias (TUA) está dividido. CC OO ha marcado distancias con el mayoritario USO y con UGT y califica de "burrada" y "una auténtica barbaridad" las pretensiones de estos sindicatos de cara a las negociaciones con la compañía porque consideran que únicamente quieren librarse de la instalación de un dispositivo en los autobuses para controlar el consumo de alcohol de los conductores, el llamado "alcolock". El enfrentamiento va más allá del debate con la dirección de TUA y se extiende a las elecciones sindicales del comité previstas el 29 de enero.

La composición actual de la mesa de trabajadores es de cinco representantes de USO, uno de UGT y tres de CC OO, aunque con matices en el último caso. Dos de los tres delegados de este sindicato se desmarcaron en 2015 pasando a ser de la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI), pero en la carta fundacional del comité se mantienen como pertenecientes a CC OO. Todos los delegados sindicales a excepción de uno de CC OO (el único que se mantuvo fiel a su sindicato de origen) votaron en las últimas asambleas de trabajadores a favor de la huelga. Sin embargo, desde CC OO creen que "el comité está fuera de tono y de lugar al defender lo indefendible. Sólo les preocupa el 'alcolock´, pero nosotros nunca apoyaremos que la gente vaya a trabajar bebida". Lo dice el coordinador del sector de carreteras de CC OO de Asturias Manuel García, que además destaca que "varios autobuses de Alsa (empresa a la que pertenece TUA) tienen instalados este tipo de etilómetros desde hace años".

Las Federaciones del Transporte de CC OO y UGT firmaron un acuerdo en enero del año pasado con TUA para la instalación del "alcolock" en el transporte público colectivo. A juicio de Manuel García, el resto de reclamaciones del comité de empresa ni siquiera deberían haberse puesto encima de la mesa de negociación. Se refiere a la regulación de los descansos en plena jornada laboral (tras varias horas de conducción). "El problema está judicializado y a la espera del dictamen de un magistrado. No tiene sentido que el comité de empresa lo saque como bandera principal de negociación".

Los conductores quieren descansar 30 minutos en las jornadas de más de seis horas y 45 en las que superan las nueve y aseguran que en la actualidad la empresa da por hecho que los descansos se cumplen justo cuando finalizan los recorridos. Además, los chóferes advierten que el último acuerdo entre plantilla y empresa se firmó en 2015 después de cinco días de paros para exigir la contratación de más personal indefinido. Sin embargo, afirman que aquellos acuerdos se cumplieron a medias y el problema de la temporalidad es ahora más grave que entonces.