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La salida del último caballo abre la puerta a nuevos usos para El Asturcón

La única propietaria que aún se negaba a abandonar el centro hípico retira a "Gitano" dos años y ocho meses después del cierre del recinto

Charo Álvarez y "Gitano". LNE

El centro hípico El Asturcón se ha quedado sin caballos dos años y ocho meses después de que el tripartito decretara la clausura de las instalaciones, inauguradas en septiembre de 1999 por el exalcalde Gabino de Lorenzo (PP). Charo Álvarez, la última de los propietarios díscolos que se negaban a acatar la orden de desalojo dictada por el Ayuntamiento de Oviedo, ha retirado esta misma semana al caballo "Gitano" de las instalaciones. De esta manera, los únicos ejemplares que quedan en el centro ecuestre son los adscritos al servicio de hipoterapia, autorizado por el Consistorio. Según fuentes del gobierno, la salida de "Gitano" deja vía libre para la redacción del plan director que marcará los nuevos usos que acogerá el recinto y que, en principio, irán ligados al tenis y a la organización de campamentos infantiles ligados a la naturaleza del monte Naranco. La propuesta de presupuestos para este año recoge una partida de 250.000 euros para ese plan.

El proceso para sacar de El Asturcón a los caballos de los cinco propietarios que se negaban a abandonar el centro ecuestre no ha resultado sencillo. Es más, acabó derivando en procedimientos judiciales en los que en el Ayuntamiento no logró su objetivo de cobrar más de 165.000 euros a los usuarios que se negaban a salir por la utilización de las instalaciones ya clausuradas sin permiso municipal.

El hípico ovetense fue inaugurado el 1 de septiembre de 1999, tras una inversión de 2,4 millones de euros y dos años de obras. En sus mejores tiempos, la parcela de la falda del Naranco, con una superficie total de 300.000 metros cuadrados, llegó a albergar a 270 caballos.

El Ayuntamiento destinaba cada año más de 1,2 millones de euros al sostenimiento de las instalaciones. De tal cantidad, más de medio millón se lo llevaba la concesionaria, unos 240.000 euros iban para las escuelas deportivas y el resto para gastos de luz, agua, gas o para la gestión de los excrementos de los animales. El tripartito decretó el cierre del recinto en mayo de 2016, una vez finalizada el acuerdo con la empresa Urbaser y después de que no fructificase el interés de un jeque árabe por hacerse con las instalaciones y de que ninguna empresa mostrase interés en lograr la adjudicación para gestionar el recinto. El Asturcón cerró cuando contaba con poco más de un centenar de caballos.

Tras la clausura, el Ayuntamiento ofreció gratuitamente al Real Oviedo durante un periodo de 50 años las instalaciones del hípico para la construcción de su ciudad deportiva. La opción fue descartada por la entidad azul a finales de octubre de 2017.

Ciudad de la raqueta

El proyecto para reconvertir las instalaciones de El Asturcón en un gran complejo deportivo ligado a la raqueta fue planteado por Izquierda Unida (IU) tras fracasar la alternativa de la ciudad deportiva del Real Oviedo. El plan prevé la construcción inicial de cinco pistas de tenis, de las que al menos una sería cubierta, y cuatro de pádel, con la intención de ir ampliando las instalaciones en función de las necesidades.

La posibilidad de que en el equipamiento de la parroquia de Villapérez se desarrolle un parque de la naturaleza ligado al Naranco fue planteada por la vicealcaldesa, Ana Taboada (Somos). Va en consonancia con las primeras propuestas del tripartito para El Asturcón, cuando se encargó la redacción de un proyecto para la reconversión del hípico en una especie de "puerta" de entrada al Naranco. La idea original era que las instalaciones ecuestres albergaran una zona de ocio y esparcimiento, en la que la práctica de deportes de naturaleza desempeñase un papel preponderante. El carácter familiar era otra de sus principales características.

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