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Oviedo quiere dar alas a Paloma

Un grupo de amigos de la familia de una niña de 10 años de edad que sufre un tumor cerebral organiza un concierto para pagarle el tratamiento

La pequeña Paloma, durante un ingreso hospitalario. FACEBOOK "ALAS PARA PALOMA"

Paloma Farkoa tiene 10 años y ayer se preparaba para viajar a Londres. Allí sigue un tratamiento experimental para luchar contra un tumor cerebral que le está robando la vida. Se lo detectaron el 12 de marzo del año pasado, cuando sólo tenía 9 años, y desde entonces ella y su familia se han empeñado en vencer a la enfermedad. Paloma nació en Oviedo, pero a los 2 años la familia se trasladó a vivir a Burdeos y desde allí hace regularmente ese viaje a Londres, donde le introducen los medicamentos de quimioterapia directamente al cerebro a través de cuatro cánulas. Hay que acabar con el maldito GITC o DIPG, que son las siglas con las que se conoce el tumor que tiene, maligno y muy agresivo.

Esos tratamientos no los cubre la sanidad pública francesa, donde vive la niña, así que su familia inició hace unos meses una campaña para recaudar fondos a través de la página de Facebook "Alas para Paloma". Ahora, un grupo de amigos de la familia se ha movilizado para organizar una gala benéfica en Oviedo. Será el viernes, en la sala Estilo, a partir de las 22.30 horas. Los responsables de la discoteca han cedido gratuitamente el espacio y los grupos y solistas actuarán sin cobrar. El precio de la entrada es de 4 euros. Allí estarán el "Grupo Beatriz", "Grupo Ideas", Richard de la Uz, Tere Rojo y el gaitero Bras Rodrigo. Todos unidos por una buena causa: recaudar la mayor cantidad de dinero posible para sufragar el tratamiento de la pequeña.

Las entradas se pueden comprar en la taquilla de Estilo, pero también en las cafeterías Zipi y Zape y Bobela, ambas en la calle Joaquina Bobela, y en Western City, en la calle Campoamor. Además, se ha establecido una fila cero para quien no pueda acudir al evento pero quiera participar de algún modo.

La vida de Paloma y su familia cambió por completo el 12 de marzo del año pasado. Sus padres recibían la peor de las noticias. Su hija de 9 años, que estaba en plena forma física, según explica su madre, la ovetense Paz Timiraos, tiene un tumor cerebral de grado alto y para el que no existe tratamiento eficaz conocido ni en España ni en Francia, donde viven desde hace dos años. A partir de ese momento comenzó "una lucha incansable en busca de tratamientos y opciones. Y cada búsqueda lleva a una nueva y cada ensayo clínico y cada artículo científico lleva a otro, y todos ellos llevan a una realidad muy oscura", dice la madre. "Pero Paloma es luz y nos llena de ella cada día. Por ello, no bajamos los brazos y estamos removiendo el mundo en busca de soluciones. Hay varios tratamientos que combinados podrían aumentar la esperanza de vida", añade Paz Timiraos. "Parece mentira que tengamos que hablar de esperanza de vida para uno de nuestros hijos?", dice la página de Facebook que gestiona la familia.

Ni Paloma, ni sus padres ni tampoco su hermano Bruno podrán estar en el concierto del viernes. No podrán viajar a Oviedo, pero sí estarán presentes de algún modo a través de sus amigos, que han decidido ponerse en marcha y organizar el acto, algo que la familia agradece de todo corazón porque toda ayuda es poca para seguir luchando por la pequeña.

Paloma sufre un glioma difuso e intrínseco de la protuberancia del tronco cerebral (DIPG). Es un tumor raro y actualmente incurable que se da predominantemente en niños y adolescentes. Es característico del desarrollo del sistema nervioso central y afecta a la región anatómica más crucial de la neuroanatomía. Por el tronco cerebral pasan todas las conexiones neuronales que desde el cerebro bajan a la médula espinal. En él se originan diez de los doce nervios craneales. Por ello, los tumores que se forman a partir de alteraciones del desarrollo del tronco cerebral son especialmente devastadores.

Las terapias que se han utilizado en los últimos treinta años han fracasado completamente, dejando para estos pequeños una esperanza de vida a los 5 años que penas supera el 2 por ciento. Más del 90 por ciento de los pacientes fallecen en los dos años posteriores al diagnóstico.

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