Marcelo Conrado Antón falleció esta noche a los 73 años en la residencia Vetusta, en la calle Uría, víctima de complicaciones de un cáncer de pulmón que le habían detectado hace una semana.

Referente de la hostelería local y nacional por sus restaurantes Casa Conrado y la Goleta, trabajó desde los 16 años junto a sus padres, con quienes aprendió el oficio primero en Valladolid, en el bar Asturias de Medina de Rioseco y más tarde en Oviedo, en el Autobar de la calle Melquiades Álvarez y en el restaurante Cervantes, en la calle Jovellanos. En 1975 abrió Casa Conrado en la misma calle y cinco años después La Goleta en la calle Covadonga.

Experto en los fogones y gran relaciones públicas, llevó a sus dos locales a la cima de la hostelería al conseguir atraer a grandes personalidades del mundo de la cultura, la política y la empresa hasta que hace año y medio cerró ambos locales. Iván Suárez reabrió Casa Conrado hace unos meses y Quico Álvarez se hizo cargo de La Goleta en septiembre del año pasado.

Marcelo Conrado Antón estaba casado con Adelaida Riestra y es padre de dos hijos, Javier y Laura Antón, ambos educados también a la hostelería. La familia vela el cuerpo del hostelero en la sala número 10 del tanatorio de los Arenales, celebrará un entierro íntimo mañana en el pueblo tinetense de los padres del fallecido, Santullano, y organizará un funeral el viernes en la iglesia de San Juan, a las 17.00 horas.