El titular del restaurante de la cadena Burger King en el centro comercial del Calatrava aseguró ayer a través de un comunicado que un eventual cierre del complejo afectaría a los 47 puestos de trabajo directos que genera el establecimiento. Todo ello, a pesar de que asegura que, de momento, no han recibido comunicación alguna de la gerencia para abandonar el centro a pesar de los planes de los nuevos propietarios de cerrar el mismo para acometer una profunda remodelación, como adelantó LA NUEVA ESPAÑA el pasado noviembre.

El responsable del local, Luis Antuña Caso de los Cobos, asegura que su local tiene contrato en vigor para permanecer en el Calatrava hasta el año 2036, pero denuncia que "el progresivo vaciamiento del centro ha venido y viene afectando sensiblemente a sus ventas". Asegura el empresario que ya han comunicado esta situación en distintas ocasiones a la gerencia y critica duramente que, a pesar de ello, "continúan inalterables los costes de comunidad y demás asociados al disfrute inmobiliario".

El titular del restaurante de comida rápida sostiene que su intención es "hacer los máximos esfuerzos" para mantener los puestos de trabajo que existen desde que se abrió el local del centro comercial y pide a sus responsables que "despejen la incertidumbre generada" por el continuo cierre de tiendas, derivado tanto de decisiones de las propias marcas como por orden explícita de los responsables del complejo de tiendas ovetense.

La reacción de Burger King llega tras conocer esta semana que H&M, una de las pocas tiendas con contrato en vigor de larga duración para seguir en el Calatrava, cerrará su tienda de la calle Uría en febrero y la del complejo de Buenavista en marzo. A este respecto, el comité de empresa de la firma sueca anunció ayer que la bajada de persiana de ambos establecimientos supondrá 35 despidos, por lo que están preparando movilizaciones coordinadas con empleados despedidos de otras partes de España.