Carmen Rodríguez-Arango Díaz, viuda de Luis Orejas Canseco y matriarca de una de las grandes estirpes empresariales asturianas, falleció ayer en Oviedo a los 92 años. Orejas Canseco, que murió en 1998, es uno de las referencias indispensables de la historia económica e industrial de la región y entre los siete hijos que ambos tuvieron está el actual presidente de Química del Nalón, Rufino Orejas Rodríguez-Arango.

Fue precisamente este último quien ayer recordaba a Carmen Rodríguez-Arango como "una mujer dedicada a los hijos, madre y ama de casa", "extrovertida y muy vital" y de una profunda religiosidad que compartía con su marido, participando activamente en el movimiento neocatecumenal de su parroquia, el Corazón de María, en la plaza de América. Era además una amante de la música y tocaba la guitarra con habilidad, contó. Rufino Orejas refirió que su madre había llegado a Oviedo desde Cangas de Narcea siendo una niña, a vivir con unos tíos, hasta que sus padres se trasladaron a la ciudad.

De su matrimonio con Luis Orejas Canseco nacieron siete hijos: Luis, Alfonso, Rufino, Carmen, Lucía, Pedro y Gonzalo Orejas Rodríguez-Arango, vinculados, en mayor o menor grado, a los negocios y el mundo empresarial.

Luis Orejas Canseco presidía a su muerte un grupo familiar que había sido fundado por su padre, Francisco, y del que formaban parte empresas como Química del Nalón, la Constructora Los Álamos y Naval Gijón. Luis Orejas tomó las riendas de los negocios les dio impulso y los diversificó hasta liderar el primer grupo industrial privado asturiano.

El funeral por Carmen Rodríguez-Arango Díaz se celebrará esta tarde a las 16.30 horas en el Corazón de María. Sus restos mortales recibirán sepultura después en el cementerio del Salvador. Durante la mañana la capilla ardiente permanecerá instalada en el tanatorio de Los Arenales.