El fin de la huelga de los autobuses urbanos de Oviedo dará vía libre a la empresa TUA para instalar alcoholímetros en todos los autobuses para garantizar que ningún conductor realiza su trabajo bajo los efectos del alcohol. Esa es, sin duda, una de las principales consecuencias del acuerdo firmado el viernes entre la compañía y el comité de empresa para desconvocar los paros y que deberá ser refrendado mañana por dos asambleas de trabajadores previstas a las cuatro y media de la tarde y a las doce de la noche.

La cesión de la plantilla no es gratuita. Los representantes de los trabajadores se muestran satisfechos de haber arrancado por parte de TUA el compromiso de desarrollar un protocolo que garantice la fiabilidad del "alcolock". "El acuerdo demuestra que nunca nos opusimos a instalar los alcoholímetros, sino que los queríamos con todas las garantías", señala el presidente del comité de empresa, Manuel Villaverde.

De todos modos, las partes guardan absoluto hermetismo acerca de los términos en los que se desarrollará dicho protocolo. Hasta ahora, la plantilla se había mostrado firme a la hora de exigir la disponibilidad de sistemas de contranálisis y la participación de personal médico que además de corroborar la circulación sin alcohol en sangre de los conductores, también se tuviera en cuenta otros aspectos relacionados con su salud para saber si están aptos para desarrollar su labor.

Las partes evitan hacer público el acuerdo en su totalidad. Temen que los términos de algunos apartados puedan tener demasiada repercusión en la opinión pública y la misma distorsione la orientación del voto de los alrededor de 200 trabajadores llamados a refrendar el pacto entre las partes el próximo lunes.

Los trabajadores reivindican la mejoría obtenida en otros apartados que también desgranarán a partir del martes. "Se han logrado avances importantes", indican fuentes sindicales, reconociendo su satisfacción por arañar mejoras a la empresa de cara a las elecciones sindicales previstas para el próximo día 29, cuando se elige al nuevo comité de empresa de TUA con varias organizaciones peleando por lograr la mayoría.

La satisfacción del comité choca con el silencio sepulcral de la empresa. La misma se mostró fiel en todo momento a que el alcolock era su principal línea roja y parece haberse salido con la suya, aunque con cesiones. Al igual que los trabajadores, rechaza desvelar el contenido del preacuerdo antes de su ratificación definitiva, dependiente de la decisión que tomarán los empleados de los turnos de mañana y tarde que están convocados mañana a sendas asambleas.

El tercer actor implicado, el Ayuntamiento, celebró ayer el acuerdo alcanzado por las connotaciones positivas que tendrá el mismo para un servicio público fundamental para la ciudad. "Agradecemos la generosidad de las dos partes para poner fin al conflicto", declaró la concejala de Infraestructuras, la socialista Ana Rivas, tras el éxito de una reunión celebrada el viernes el Sasec por iniciativa del Alcalde, Wenceslao López.

Rivas recuerda que en los días previos hablaron con las partes y, tras valorar la cercanía de sus posturas, les invitaron a reunirse "de manera inmediata" para intentar un acuerdo que ya estuvo cerca en otra reunión anterior promovida por el Ayuntamiento, pero que finalmente saltó por los aires por "unos pequeños flecos".

La concejala espera que la asamblea de trabajadores cierre mañana el círculo y confirme un acuerdo que permitirá la vuelta a la normalidad de uno de los servicios municipales más costosos e importantes. "Es necesario volver a la normalidad, más en estos días en los que estamos teniendo problemas por los elevados niveles de contaminación", declaró la concejala de Infraestructuras del tripartito.