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La eclosión de un nuevo Oviedo

La gran oportunidad de lograr la integración de la antigua Fábrica de Armas de La Vega, el Cristo y el ferrocarril en la necesaria concepción metropolitana de la ciudad

La eclosión de un nuevo Oviedo

Las ciudades están en permanente cambio y evolución, aunque hay épocas donde su transformación se intensifica. Esto es lo que le está ocurriendo a Oviedo ahora mismo. La capital del Principado está experimentando un profundo cambio que afecta a todas las dimensiones de la ciudad. En este artículo prestaremos atención a cómo la forma física de Oviedo está mutando y propondremos ideas para orientar dicho cambio hacía una realidad futura más sostenible y dinámica.

Tradicionalmente Oviedo era una ciudad redonda y compacta. Con un centro muy bien definido, que ahora podríamos fijar en la Plaza de la Escandalera, la ciudad siempre había crecido circularmente a modo de capas de cebolla. Cada nuevo barrio era una nueva capa que se solapa a la anterior de modo compacto y manteniendo la forma circular de la ciudad. Sin embargo, esta lógica de crecimiento circular compacto tradicional se empezó a romper a mediados de los 90 con la fuerte emergencia del espacio metropolitano central de Asturias y la interacción de Oviedo con los núcleos de su entorno. Desde entonces hemos ido asistiendo en un modo de expansión urbana muy diferente. La ciudad real está creciendo dispersa en dirección noreste, arrancando desde la Corredoria y la Tenderina y hacía los municipios de Siero y Llanera con una dinámica totalmente ajena a las caducas fronteras político-administrativas. Oviedo está dejando de ser una ciudad redonda y compacta para pasar a ser cada vez una ciudad más lineal y difusa que abarca varios municipios con una lógica totalmente metropolitana.

Algunos de los centros de trabajo más importantes vinculados a la ciudad de Oviedo están situados en este eje Oviedo-Siero/Llanera-Gijón. En esta dirección se ha situado el nuevo HUCA, el amplio centro comercial Intu-Asturias, junto con todo el desarrollo que se está produciendo en su entorno, así como los polígonos industriales más importantes del entorno de la ciudad. El principal desarrollo residencial de la ciudad de Oviedo está ubicado en este mismo eje. A pesar de los contrapesos de los nuevos barrios de la Florida al noroeste o Montecerrao al suroeste, el crecimiento más importante ha ocurrido en La Corredoria, Lugones, la Fresneda o en el eje Oviedo-Colloto-Siero. A estas zonas del noreste se han desplazado las familias más jóvenes, sesgando la distribución demográfica de la ciudad con un casco centralgeneralmente más envejecido y una periferia noreste metropolitana más joven.

La primera consecuencia del cambio físico de Oviedo es su repercusión sobre las dinámicas de movilidad urbana. Antes, en la ciudad compacta y circular, las distancias eran pequeñas y la densidad alta. La población de Oviedo se dirigía mayoritariamente al centro, donde estaban los espacios de trabajo y ocio principales. Con esa estructura era fácil articular una red radial de autobuses que conectara satisfactoriamente a casi toda la ciudad. Ahora, sin embargo, las distancias han crecido y no hay un único centro. Los movimientos de población son cruzados y la ciudad es más dispersa. En consecuencia, el modelo radial basado sólo en el autobús ya no funciona bien. Así lo demuestran los datos: teniendo un buen servicio público de autobús Oviedo es una de las ciudades de España donde más se usa el vehículo privado como medio de transporte diario, aunque sea para desplazamientos breves de menos de 15 minutos. Hay que pensar que en 15 minutos llegamos hasta Lugones o incluso, apurando, hasta Pola de Siero. El transporte público no está siendo capaz de responder al cambio de forma urbana y el ciudadano responde usando el medio de comunicación más cómodo, pero más contaminante y agresivo para la vida de la ciudad: el vehículo privado.

¿Cómo debemos encauzar el desarrollo futuro de Oviedo dada esta transformación que esta experimentado la forma física de la ciudad? La buena noticia es que disponemos de excelentes recursos para hacer que eclosione un nuevo Oviedo más amplio, más sostenible y más metropolitano. La red de ferrocarril de la que disponemos es casi perfecta para la nueva forma de la ciudad. La línea de RENFE tiene paradas en Lugones, La Corredoria, Oviedo-centro y Llamaquique. Es simplemente ideal para actuar a modo de columna vertebral de la movilidad en todo este eje. Hay una desaprovechada línea de FEVE que podría igualmente articular el otro eje que va de Oviedo a Pola de Siero. Ambas, especialmente la red de FEVE, están infrautilizadas. En mi opinión hay que abaratar el precio del billete de tren al mínimo posible, especialmente en trayectos cortos como Lugones-Oviedo. Simultáneamente hay optimizar horarios y adaptar frecuencias a flujos, así como coordinar bus urbano y ferrocarril interurbano. Finalmente, hay que crear estacionamientos de origen para que las familias que residan en viviendas periféricas dispersas puedan desplazarse en coche a la estación de tren más cercana y desde allí hacer uso combinado del tren y el autobús.

Al margen de estas acciones para articular la movilidad de Oviedo y su entorno, si queremos seguir teniendo una ciudad agradable que se disfrute paseando a pesar de su expansión, hay que aprovechar en las dos grandes oportunidades que nos brinda la ciudad gracias a su propia mutación: el espacio de la fábrica de armas de La Vega y el antiguo hospital del Cristo. En ambos casos mi propuesta sería un plan ambicioso para crear dos grandes parques unidos por un corredor verde peatonal que atraviese la ciudad entera de oeste a este. Este corredor verde podría arrancar en un gran Campus en el Cristo, autentico campus verde y no un "cementus" como suelen hacer las universidades en España. Bajaría por un gran parque que una el espacio del antiguo hospital, la Plaza de Toros y el entorno verde de la antigua comisaría de policía. De este modo se llegaría hasta los aledaños del Palacio de Congresos bajando por los espacios verdes de los Juzgados y la Plaza de España hasta el precioso Parque San Francisco. Podría continuarse por el Oviedo monumental peatonal hasta llegar a un nuevo espacio casi dentro del Oviedo antiguo ocupando el lugar de la antigua fábrica de gas. Y de ahí directamente a lo que podría ser la gran puerta metropolitana de la ciudad: el futuro Bulevar de Santullano unido a un gran Campus bio-sanitario que ocupe el amplio espacio de la fábrica de armas integrando peatonalmente a la ciudad con el HUCA.

Esto es un proyecto para desarrollar en más una década, pero que aprovecharía la cambiante realidad de la ciudad para hacer eclosionar un Oviedo más amplio, con grandes parques y paseos, más metropolitano, en su movilidad y estructura, más integrador con los núcleos de su entorno y, seguramente, mucho más dinámico social y económicamente.

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