La primera en aparecer sobre el escenario del Filarmónica ayer, durante la representación de "Historia de una semilla", fue la actriz Lola Martín, caracterizada como una aviadora recién llegada. Ella fue la narradora del espectáculo musical y de títeres, y con proyecciones, que, a modo de fábula, mostró a los niños las consecuencias de maltratar la naturaleza. Hubo momentos trágicos, como el episodio del incendio del bosque, y muchas escenas hilarantes, como la del perro "Bruno" bailando un tango con una oveja.

Las localidades para la primera función, a las seis de la tarde, se agotaron y en la de las ocho se registró una buena entrada. A la primera asistió el grupo de ocio y tiempo libre Adas-Inclusión, del que forman parte niños con discapacidad.

Cada representación de "Historia de una semilla", traída a Oviedo por la Ópera de Oviedo con el patrocinio de la Fundación Edp, acabó con un sorteo de cuatro vuelos para viajar desde Asturias con la compañía Volotea.