La basílica de San Juan da hoy su último adiós a Antonio Bajo Fuente, oftalmólogo ovetense fallecido el pasado viernes a los 62 años tras una lucha de 18 meses contra un tumor cerebral. La ceremonia religiosa está prevista para las 13.15 horas, en la que será la despedida de un oftalmólogo conocido por su labor en la clínica Bajo-Castro de la calle Fray Ceferino y por formar parte de una larga estirpe de especialistas médicos.

Antonio Bajo es hijo y nieto de oftalmólogos. Deja mujer, dos hijos y tres hermanos y como anécdota su padre, ya fallecido, siempre presumió de formar parte de una familia muy grande. Solía contar que eran 14 hermanos y que en su día premiaron a sus padres -abuelos del fallecido- con una casa como reconocimiento a su meritoria natalidad.

Joaquín Castro, también oftalmólogo y socio de Bajo en la clínica en la que ambos trabajan desde hace 16 años, en Fray Ceferino, mostró ayer su pesar por la pérdida de un colaborador tan estrecho. "Era una excelente persona y hacía lo imposible por dar la mejor atención a sus pacientes, sobre todo cuando tenían grandes dificultades", explicó el también doctor.

La enfermedad apartó a Antonio Bajo de sus labores profesionales nada más ser diagnosticado hace ahora año y medio. Desde entonces, fueron muchos los pacientes que se preocuparon en el día a día por su estado. "La gente siempre me preguntaba por su estado porque echaban de menos su buen hacer", apunta Castro sobre el oftalmólogo que actualmente residía en la localidad de Soto de Llanera, pero que pasó la gran parte de su vida viviendo en Oviedo, la ciudad que también le vio nacer.