"A los nepalíes les gusta la presencia de los montañeros españoles porque son más abiertos que los de otras nacionalidades y tratan con ellos". Lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA el montañero Guillermo Rogel, que realizó el pasado mes de noviembre su expedición más reciente a uno de los países del Himalaya.

Esta vez, el grupo lo formaron también Pablo Rionda y Toño Álvarez. Los tres vivieron la aventura de realizar el circuito del Annapurna, que está considerado una de las rutas de trekking más espectaculares del mundo, como refrendó Rogel en la exposición que precedió a la proyección de imágenes del viaje.

El recorrido completo es de 230 kilómetros, pero los montañeros asturianos lo redujeron con tramos en vehículo, a fin de centrarse en las zonas más interesantes. La caminata, que va por el interior de la cordillera de Annapurna, en el centro de Nepal, cuenta con enclaves como el que está considerado el paso de montaña más alto del mundo.

"En esta ruta nunca te sientes solo y siempre encuentras de todo; aunque noviembre ya casi es final de temporada y hay poca gente", señaló el alpinista. El tiempo acompañó, aunque hubo días de viento y lluvia. El viaje contó con una vertiente solidaria a través del reparto de ropa de la casa Joluvi en varias escuelas y aldeas de la zona. "Los niños van al colegio, pero muchos tienen que hacerlo a pie, cruzando valles a diario", comentó Rogel, que vivió en primera persona el grave terremoto que sufrió Nepal en 2015. Rogel asegura que Nepal es un país mágico, con gente acogedora que ha vivido un rápido progreso en los últimos años gracias al auge del turismo.

Annapurna significa en sánscrito "diosa de las cosechas" o "diosa de la abundancia". El macizo del Annapurna posee una longitud de 55 kilómetros y está bordeado por el cañón Kali Gandaki, al Oeste; por el río Marshyangdi, al Norte y al Este, y por el valle Pokhara, en el lado Sur. El Annapurna I es la décima montaña más alta de la Tierra entre los 14 "ochomiles" y está separada del Dhaulagiri, 34 kilómetros al Oeste, por el cañón Kali Gandaki, considerado como el más profundo de la Tierra.