"El PP y Ciudadanos no juegan limpio en Priorio. De cara a la opinión pública dicen una cosa y de puertas adentro, en las comisiones, hacen otra. Presionar, llegando hasta las amenazas, para que diéramos licencia a las plantas de asfalto y hormigón". Son las palabras de Ignacio Fernández del Páramo, que rompe, así, su silencio tras el Pleno monográfico de esta semana en el que se pretendía su reprobación y la oposición salió reprobada, según el análisis del concejal.

Punto de partida del problema en Priorio. "Al denegar las licencias, lo que conseguimos", razona Del Páramo, "es que no se pueda poner ninguna planta ni de asfalto ni de hormigón en Priorio, y eso hay que festejarlo". "Pero PP y Ciudadanos no lo han hecho, han ido presionando a las comisiones, diciendo que obligatoriamente teníamos que dar la licencia, nos amenazaban con que iba a ser un delito. Al final se vio que no. Por eso creo que tienen que reconocer el trabajo bien hecho por los técnicos. Y disculparse por no haber jugado limpio ni con los vecinos ni con los medios de comunicación. Han estado más preocupados de poner palos en la rueda a todo este proceso, porque, en el fondo, sirven a otros intereses".

La providencia y la modificación. Al margen de la denegación de licencias, hubo un Pleno en el que de forma unánime se apoyó a los vecinos de Priorio para hacer una modificación parcial del planeamiento. A partir de ahí había que iniciar un expediente. ¿Se hizo o no se hizo?

"La jefa jurídica de Urbanismo aseguró, veinte días después del Pleno de la unanimidad que no era preciso ninguna providencia. Lo que pasa es que la oposición busca elementos vulnerables en el proceso para tumbarlo. El expediente se crea cuando llega el acta del Pleno, pero la propia jurídica había empezado a trabajar antes por orden del concejal. Y nada más, está en marcha".

El último Pleno. Del Páramo insiste en que el último Pleno tenía por único objetivo "montar un circo". "Pero se visibilizó lo contrario, se desmontaron sus mentiras y se comprobó que los técnicos apoyan todos los pasos dados".

La denegación de las licencias, dice Del Páramo, es sólida y la cantera no la ha denunciado en los tribunales. Pero ¿cuáles son los amarres técnicos? "La primera es que una planta de asfaltado no es de primera transformación, de fabricación de áridos, es de segunda, y eso según el Ayuntamiento de Oviedo no es legal. En un suelo de canteras no puedes poner otra planta de otra industria. Con la de hormigonado lo que sucede, si es no es de segunda transformación, es que ellos piden hacerlo donde ya acabaron la actividad. Pero la ley dice que cualquier terreno ya explotado se transforme en lo que estaba antes, que se convierta en suelo de especial protección rural, un no urbanizable de interés, y ese tipo de suelos no pueden poner una industria,.

El Principado también ha tenido que intervenir. Y se dijo que su posición era contraria a la del Ayuntamiento. "Eso también hay que desmentirlo. Lo que importa son las decisiones que tome cada administración. El Principado dijo que no era necesario un estudio de impacto ambiental nuevo. Nosotros dijimos que el conjunto de actividades sumadas provocaba un problema. Y de hecho por eso el Principado denegó que no hubiera estudio para la planta de hormigonado, por las alegaciones que hicimos basadas en la problemática de acumulación de impacto que suponían dos plantas industriales y la cantera".