Los residentes del número 17 de la calle Río Narcea estuvieron expuestos a las emisiones de monóxido de carbono provenientes del piso de la fallecida Jennifer Montes, al menos 24 horas antes del hallazgo del cuerpo. La vecina del piso de arriba sufrió un desvanecimiento a las once de la noche del miércoles y fue trasladada al HUCA donde se le diagnóstico una intoxicación sin saber que la misma estaba afectando a todo el bloque.

La reacción del marido de la intoxicada evitó que ésta pudiera perder la vida. Tras llevarla al hospital, de allí la derivaron a Santander para recibir un tratamiento especial con cámara hiperbárica. A su vuelta a Ventanielles, en la noche del jueves, se encontraron con todo el operativo desplegado tras hallar el cadáver de su vecina. "Atribuimos el problema a una pequeña estufa y en ningún momento pensamos que otros vecinos estuvieran afectados", declaró ayer el varón.