Las rejillas del sistema de desagüe y canalización que hay frente a la Fundación Gustavo Bueno, en la avenida de Galicia, se han convertido en la pesadilla de los usuarios que acceden al edificio principal o que asisten a las conferencias de Filosofía que se imparten allí los lunes. El mal estado, rotura o carencia de las rejillas de hierro hace que haya caídas constantes en la explanada, propiedad municipal.

"Es un peligro tener así la acera porque lo que tenemos delante de la Fundación son zanjas. Así sin más. Si alguien se despista o simplemente no mira, puede meter el pie hasta dentro", explica Gustavo Bueno Sánchez, director de la Fundación Gustavo Bueno e hijo del filósofo que le da nombre. Una de las personas que tropezó con la zanja hace varios meses fue la directora de la Cátedra Alarcos, Josefina Martínez.

En el Ayuntamiento admiten que se trata de una propiedad municipal y que por tanto requiere de mantenimiento y reparación.

De hecho, los operarios municipales retocan y cortan periódicamente las zonas verdes de la explanada de la Fundación Bueno, e incluso hace unos meses talaron un árbol en mal estado por peligro de desplome.

El Ayuntamiento, a instancias del exalcalde, Gabino de Lorenzo, aprobó el 17 de marzo de 1998, en sesión plenaria y por unanimidad de los distintos grupos municipales (PP, PSOE e IU), la cesión de uso del edificio a favor de la Fundación Gustavo Bueno durante un período de cincuenta años. Tras realizarse unas obras de rehabilitación fue entregado por el Alcalde a la Fundación como su sede en Oviedo, en una ceremonia que tuvo lugar el 23 de octubre de 1998.