La diferenciación entre televisión formal y la televisión material fue el eje central de la ponencia que ayer ofreció Rufino Salguero -filósofo y profesor en el instituto de Secundaria Isabel la Católica, en Madrid- en la Fundación Gustavo Bueno. Una distinción que genera debate en los círculos filosóficos actuales, especialmente en las revistas "Catoblepas" y "El Basilisco". Salguero defiende la formulación que Gustavo Bueno hizo a lo largo de su obra filosófica y que plasmó en el libro que publicó en el año 2.000, "Televisión: apariencia y verdad".

Según el ponente, "la tele formal muestra con clarividencia el presente dramático", mientras que la televisión material simplemente es contenido (documentales o series, por ejemplo). A su juicio, la propia estructura de la televisión está relacionada con la verdad y la capacidad de ver a través de los cuerpos opacos. "La tele está más conectada con la realidad y el cine, no". Esta afirmación permite aseverar que Bueno relacionó en su momento el Mito de la Caverna con la televisión y no con el cine. "En el Mito de la Caverna los objetos que se proyectan vienen de fuera de la cueva, que es lo mismo que ocurre con la televisión. El cine se proyecta dentro de una sala y muestra imágenes grabadas que están más relacionadas con lo verosímil que con la verdad", aseguró ayer Salgado, que también reconoció que era necesario revisar algunas afirmaciones del libro de Bueno después de haber pasado casi veinte años. Se refirió al mundo digital y a las redes sociales: "Twitter permite la conexión de los individuos que están viendo la televisión en el momento en que está ocurriendo la noticia e incluso esas personas pueden conectarse entre ellas. Cuando Bueno analizó el fenómeno de Gran Hermano no existía esa posibilidad. Ahora la audiencia denuncia en tiempo real comportamientos que considera sexistas o racistas y condiciona la nominación o expulsión de un concursante. Es decir, twitter se ha convertido en la gran conexión de la televisión".

Salguero comenzó su discurso con un recurso a Juan Cuero, recientemente fallecido, y que aparece en el libro de Bueno.