El flautista Emmanuel Pahud es quizá el intérprete de este instrumento más conocido del panorama internacional. El franco-suizo es el principal de flauta de la Orquesta Filarmónica de Berlín, un trabajo que compagina con su actividad como solista en diferentes orquestas del mundo. Cuenta en su carrera con más de veinticinco discos grabados como solista para el sello Warner Classics, a los que hay que sumar sus numerosos trabajos de cámara y con orquesta. Esta tarde, a partir de las 20.00 horas, actua en Oviedo dentro del ciclo Los Conciertos del Auditorio junto a la Orquesta de Cámara de París y el director Douglas Boyd.

Pahud interpretará dos obras para flauta solista, la primera es una fantasía sobre la Flauta mágica de Mozart. "Están las arias más famosas" adaptadas para flauta y orquesta, "buscando siempre llevar al intérprete al máximo de sus capacidades en cuanto a virtuosismo". Le sigue el Concierto de Jaques Ibert, "una obra de repertorio; como el abc de los conciertos para flauta", asegura. Su música se inspira en el jazz: "está llena de ritmos pegadizos, e incluso tiene reminiscencias a la música española".

La agenda artística de Pahud hace impensable que al mismo tiempo pueda desempeñar el cargo de solista principal en una agrupación orquestal tan importante como es la Filarmónica de Berlín. "Tenemos dos solistas principales, y nos turnamos; cuando no estoy yo está él", explica. Afirma que su trabajo en la agrupación comprende unos cinco meses al año. "La orquesta me deja total libertad para que en mi tiempo libre haga otras actividades como dar clases magistrales, hacer grabaciones, o como en este caso giras de conciertos". En su opinión "la tradición sinfónica germánica" tan asentada y "la propia mentalidad alemana tan responsable" conlleva que "seamos los propios músicos quienes organicemos nuestro calendario". Añade que la institución deja plena libertad al respecto, y Pahud es muy claro al afirmar que "si quieren tener a los mejores músicos en su orquesta deben permitirles seguir creciendo".

Desde hace poco Pahud es artista en residencia en Lugano. Su labor allí consiste en llevar a cabo conciertos de música antigua, música contemporánea, con agrupaciones de cámara, y clases magistrales con jóvenes flautistas. "Este tipo de trabajo es muy gratificante, me encanta, y por ello llevo algunos años desarrollándolo en distintas ciudades del mundo, como en San Paulo, en Brasil, la temporada pasada o en Tokio, la anterior". Señala que este tipo de proyectos le permiten presentar su actividad como flautista "en tres corrientes fundamentales: como solista, como integrante de un conjunto y como profesor".

Otra de sus grandes pasiones es el proyecto que lleva por título "Los vientos franceses", una agrupación de cámara con virtuosos franceses como "François Leleux, al oboe, o Paul Meyer con el clarinete", y añade que aunque es difícil compaginar las agendas de todos ellos, siempre sacan tiempo para reunirse, desconectar y planificar en una semana sus próximos proyectos, que por el momento será la grabación de un nuevo disco.